Invertir en tu educación financiera, encontrar un mentor y ganar experiencia es todo lo que necesitas para poner a producir tus ahorros.
Por Robert Kiyosaki
Querido lector,
En diciembre de 1984, mi esposa Kim, Larry Clark (mi mejor amigo) y yo estábamos esquiando en Vancouver, British Columbia.
Específicamente, estábamos en Whistler Mountain. La nieve era profunda, los trechos eran largos y el esquí, excelente, aunque hacía mucho frío. Por la noche, los tres íbamos a una pequeña cabaña que estaba entre varios pinos, apenas visible por la altura de la nieve.
Todas las noches alrededor del fuego, discutíamos nuestros planes para el futuro. Teníamos muchas esperanzas, pero pocos recursos. Kim y yo estábamos usando nuestros últimos dólares, y Larry estaba armando otro negocio.
Nuestras discusiones se mantenían hasta altas horas de la noche, a diario. Hablábamos de libros que habíamos leído recientemente, así como películas. Escuchábamos cintas educativas que traíamos desde casa y luego discutíamos en profundidad las lecciones.
Ese 31 de diciembre, hicimos lo mismo de todos los años: fijamos nuestras metas para el siguiente año. Pero esa vez, sumamos algo diferente.
Larry quería hacer más que solo hablar de nuestros objetivos. Quería que estableciéramos metas que cambiaran nuestras realidades y, consecuentemente, nuestras vidas. “¿Por qué no escribimos un plan sobre cómo conseguir la libertad financiera?”, dijo Larry.
Escuché lo que dijo y entendí sus palabras, pero no podría procesarlo. No encontraba cómo aplicar lo que me estaba diciendo a mi vida.
Había hablado de eso, soñado y sabía que algún día lo haría. Pero la idea de ser financieramente libre siempre fue algo “del futuro”, no hoy, por lo que la idea no encajaba conmigo en ese momento.
A medida que volvía a escuchar a Larry mencionar la libertad, me di cuenta de que en realidad no estaba hablando solo de eso.
En ese momento, lo que dijo me hizo darme cuenta de que combatir mis dudas y mi pereza era lo más importante que podía hacer. Si no lo hacía en ese momento, mi vida iría para atrás, no hacia adelante.
“Está bien, hagámoslo”, dije. “Pongámonos esa meta: seamos financieramente libres”.
Eso fue en la víspera de año nuevo de 1985. Para 1994, Kim y yo éramos libres. Larry terminó fundando su compañía, que fue una de las empresas de mayor crecimiento del año según la revista Inc. en 1996. En 1998, a la edad de 46 años, Larry vendió su compañía, se retiró y se tomó un año sabático.
Cada vez que cuento esta historia, la pregunta que me hacen es: “¿Cómo? ¿Cómo lo hiciste?”
A continuación te muestro los tres pasos que Kim y yo tomamos para comenzar nuestro viaje hacia la libertad:
1. Invierte en tu educación financiera
Sí, sé que invertir tu dinero puede ser una propuesta aterradora. Nadie quiere arriesgarse y perder con malas inversiones todo por lo que han trabajado.
Es por eso, que un buen lugar para comenzar es con tu propia educación financiera. Suena mejor, ¿no?
Para empezar, debes entender que existen cuatro clases distintas de activos:
• Bienes raíces
• Negocios
• Commodities
• Activos de papel
Cuando se habla de inversiones, la mayoría piensa solo en los activos de papel, es decir, acciones, bonos y fondos mutuos. Pero invertir en estos activos implica darle tu dinero a un bróker y esperar a que las cosas salgan bien, todo mientras te cobra comisiones, incluso cuando tu jugada te hace perder dinero.
No estoy diciendo que no debes invertir en el mercado de valores. Por supuesto que es una gran fuente de oportunidades. Sin embargo, existen muchísimas alternativas de inversión adicionales, tanto con los activos de papel como con otras clases de activos. Debes explorar todas estas opciones.
Una vez que estés al tanto de que existen estas cuatro clases de activos, puedes comenzar a concentrarte en lo que más te interesa y profundizar. Aprende todo lo que puedas sobre las inversiones que te gustan.
Como dicen: saber es poder. Una vez que estés armado con el conocimiento que necesitas para invertir sabiamente, empezarás a tener la confianza para participar en el mundo de las inversiones.
La buena noticia, es que invertir en educación financiera implica poco riesgo y muchísimo potencial. Solo cuesta algo de tu tiempo. Comienza leyendo libros, asistiendo a seminarios y leyendo noticias financieras todos los días para comenzar a relacionar diferentes conceptos.
Comenzar es así de fácil.
2. Encuentra un mentor
Kim y yo somos grandes defensores no solo de la importancia de la educación financiera, sino también de tener un mentor que te ayude a desarrollar tu coeficiente intelectual en este sentido. Necesitas una comunidad de personas que te ayuden a alcanzar tus sueños financieros.
Únete a un club de inversión y comienza a relacionarte con aquellos que tengan ideas afines a las tuyas, en lo que refiere a dinero y finanzas. Te sorprenderá lo mucho que aprenderás solo haciendo eso.
Y con el mentor adecuado, tendrás a alguien con quién intercambiar ideas y obtener información que te ayudará a tomar las decisiones correctas. Es como invertir en relaciones y amistades que te darán resultados por varios años.
3. Gana experiencia
La primera inversión de Kim fue modesta en comparación a las que hace actualmente: una pequeña casa de tres ambientes en Portland, Oregon. En ese entonces, parecía un gran salto de fe para ella, pero en realidad, el potencial de pérdida era muy pequeño –solo unos pocos miles de dólares a lo sumo.
Lo que aprendió de esa inversión, sin embargo, valía infinitamente más. Y la confianza que ganó le permitió pasar a inversiones más grandes en el futuro.
Hoy, ella y yo poseemos una gran cantidad de propiedades en Estados Unidos, pero nunca habríamos llegado a este punto si no hubiéramos tomado medidas e invertido en esa pequeña casa unifamiliar en Portland.
Si haces las inversiones correctas en tu educación y encuentras los mentores adecuados, es fácil dar este tercer paso. Luego, lento pero seguro, comenzarás a ganar la confianza que necesitas para hacer inversiones cada vez más grandes.
Comienza hoy, no hay excusa. ¡No permitas que el miedo bloquee tu camino a la libertad!
Actúa con inteligencia.
Robert Kiyosaki
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.