Los ingresos constantes de una inversión son el secreto para alcanzar la libertad financiera. Hoy te explico cómo aprendí la estrategia para obtenerlos.
Por Robert Kiyosaki
Querido lector,
Para entender cómo funcionan los bancos centrales de los países, basta con echarle un vistazo a la regla # 11 de Monopoly…
“Algunos jugadores piensan que el banco quedará en bancarrota si se queda sin dinero. El banco nunca se va a quiebra. Para continuar jugando, usa trozos de papel para realizar un seguimiento de las transacciones bancarias de cada jugador, hasta que el Banco tenga suficiente papel moneda para operar nuevamente. El banquero también puede emitir dinero ‘nuevo’ en trozos de papel ordinario”.
Esta es una regla real en Monopoly y es el ejemplo perfecto de cómo operan los bancos centrales. Este juego de mesa logra demostrar por qué el sistema monetario fiduciario no funciona.
El juego Monopoly fue creado en 1935, durante un período de recuperación financiera después de que la Gran Depresión diezmara los ingresos y ahorros de millones de personas. El juego fue diseñado para simular el capitalismo moderno y mostrar sus defectos.
Después del colapso de 2008, el gobierno estadounidense trató de arreglar el desastre que había creado y como resultado, extendió la recesión económica.
La intervención del gobierno no ayudó y, de hecho, ha sido responsable de cada baja económica desde entonces.
¿Por qué? Pues mira la Regla # 11.
Yo apuesto en contra del dólar y los líderes que administran la economía de Estados Unidos y para hacer eso, solo debo invertir en función de generar cash flow. Este principio aplica para cualquier país del mundo en el que estés
Sin embargo, no es que un día me desperté sabiendo todo esto. Todo comenzó con mi educación financiera a los 9 años.
Por qué el cash flow es el rey
De niño, jugué Monopoly varias veces con mi padre rico y su hijo, Mike.
Gracias al juego, aprendí la diferencia entre el flujo de caja y las ganancias de capital.
Para ganar en Monopolio, tienes que invertir en función de tu cash flow –flujo de ingresos– y no en función de ganancias de capital, pues las propiedades nunca incrementan su valor por sí mismas en el juego.
Comprender la diferencia entre estos dos conceptos a la corta edad de nueve años, fue una de las lecciones más importantes que me enseñó mi padre rico.
La educación financiera puede ser tan simple como un juego de mesa, pero puede dar seguridad financiera por generaciones, incluso durante tiempos de crisis.
Hoy, la primera economía está enferma porque la Reserva Federal está imprimiendo dinero descontroladamente, inundando el sistema monetario con billetes vacíos que destruyen la divisa nacional. Y sin embargo, pareciera que nadie puede identificar este problema.
Mi padre rico me dijo una vez: “una de las mejores fórmulas para generar riqueza está en este juego: cuatro casas verdes, un hotel rojo”. Hoy en día, sigo utilizando esta fórmula.
La idea en el juego es: compras propiedades, encontrando un balance entre el costo y la ubicación, y luego recaudas ingresos en alquileres cuando las personas caen en tus propiedades. Para ganar más dinero, desarrollas y mejoras esas propiedades, construyendo casas y, eventualmente, hoteles.
Por ejemplo, tener una casa verde en tu propiedad podría generarte USD 10 cuando alguien cae en ella. Dos casas podrían generarte USD 20. Tres podrían hacerte USD 30. Y un hotel podría darte USD 50.
Básicamente, más casas verdes y hoteles rojos se traducen en más cash flow. Más propiedades, así como propiedades más grandes, hacen lo mismo en la vida real. Es un juego sencillo, pero con una lección importante que aplica para todo tipo de activos (acciones, propiedades, commodities…)
Y esto me hace pensar en una simple realidad…
Los juegos te hacen un mejor inversor
A mucha gente le gusta leer o escuchar para aprender, pero está comprobado que el mejor método de enseñanza es la simulación.
Siempre he dicho que la mejor forma de aprender a invertir es jugar mi juego de mesa de educación financiera, “CASHFLOW”. Hemos visto que aquellos que se dedican a practicar este juego, al tiempo que leen y escuchan seminarios y lecciones de calidad, tienen mucho más éxito en los mercados.
Confucio dijo una vez: “escucho y olvido. Veo y recuerdo. Hago y entiendo”.
Creo que la práctica nos da más comprensión. Y creo que mientras más comprendan las personas, más podrán ver el otro lado de la moneda. En lugar de ver miedo y dudas, comienzas a ver oportunidades que antes eran invisibles.
Y la mejor parte de jugar para convertirse en un mejor inversor, es que no estás utilizando dinero real. Puedes jugar una y otra vez, desarrollar nuevas estrategias, perderlo todo una y otra vez, y tu patrimonio seguirá intacto.
Ahora, con eso en mente, ¿qué tal si juegas al Monopoly en la vida real?
Mi padre rico no solo lo jugaba con nosotros en su patio. Jugó Monopoly en la vida real, en su día a día.
Una vez me dijo: “hace años, cuando era un niño jugando Monopoliy, decidí que mi plan para ser rico era crear negocios y luego hacer que esos negocios costearan mis bienes inmuebles. Y eso hice a lo largo de estos años. Incluso cuando teníamos muy poco dinero, seguía buscando bienes raíces”.
Construyó su fortuna desde cero, comenzando con algunas tiendas pequeñas y pasando a inversiones cada vez más sofisticadas. Finalmente, fue dueño de su propio hotel justo en la playa, y luego algunos más.
Al ver a mi padre rico jugar Monopoly en la vida real, aprendí cuatro grandes lecciones:• Invertir no es arriesgado.
• Invertir es divertido.
• Invertir puede hacerte muy, muy rico.
• Invertir puede liberarte de esa lucha constante por ganarte la vida y preocuparte por el dinero.En mi libro Padre Rico, Padre Pobre, la primera lección es que los ricos no trabajan por dinero. Sino que se centran en que su dinero trabaje para ellos.
Cómo aprendemos realmente
Nunca olvidaré la invaluable lección que esta comparación me hizo ver: las diferencias entre la estrategia de Monopoly y la estrategia de hacer dinero de mi padre rico.
Conozco a muchas personas ricas que ejecutan sus inversiones de la misma forma. Hicieron sus fortunas haciendo lo que mi padre rico solía llamar el “trabajo en casa”.
Para mí, la idea de que la riqueza se genera en el hogar y no en la oficina fue una lección poderosa. Parte de lo que estás dispuesto a hacer y aprender.
La mayoría de los niños, o adultos, no tienen un padre rico que les enseñe a jugar para aprender sobre el dinero. El sistema educativo moderno es tal, que se nos dice que nos sentemos y prestemos atención. En realidad, aprendemos probando cosas nuevas, cometiendo errores y alcanzando metas.
Hoy soy un hombre rico en gran parte porque me divertí jugando a Monopoly cuando era niño.
Cada partida te enseña nuevas habilidades, abre tu mente a un mundo de oportunidades y te muestra las lecciones del cash flow. Con la repetición, esas lecciones se arraigarán en tu mente y en cómo abordas tu futuro financiero.
Saca el juego del armario e intenta jugar de nuevo. Ve qué tal te va. Luego, cuando desees profundizar aún más en cómo es una experiencia de inversión de la vida real, prueba mi juego de mesa, “CASHFLOW”. Creo que lo disfrutarás. Y sé que aprenderás algo que podrás poner en práctica con tu bolsillo.
Actúa con inteligencia.
Robert Kiyosaki
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.