La mayoría cree que lo peor del colapso que vivimos este año ya pasó. Sin embargo, hay motivos de peso para pensar que esto recién empieza ¿Qué puedes hacer para protegerte? Te revelo la respuesta.
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Estimado lector:
Estoy seguro de que recuerdas o has escuchado hablar acerca de la crisis financiera mundial de 2008.
Fue un desastre monumental, provocado por el colapso de las hipotecas de alto riesgo y la explosión de la burbuja inmobiliaria de Estados Unidos. Fue la peor crisis inmobiliaria en la historia del país y casi provocó una segunda Gran Depresión.
Las burbujas, como las del chicle, solo pueden crecer hasta cierto punto y luego explotan. Y eso es precisamente lo que sucedió en 2008: cuando los precios de las viviendas finalmente alcanzaron niveles insostenibles, la burbuja estalló. Esto sorprendió con la guardia baja a muchos propietarios e inversores y para ese entonces, las solicitudes de ejecución hipotecaria aumentaron a más del 81% en Estados Unidos, lo que afectó notablemente a los mercados.
En estos momentos, se está dando un fuerte debate sobre la burbuja que estamos experimentando. Algo en lo que coinciden los expertos es que, de hecho, estamos en una burbuja.
Por supuesto, la retrospectiva siempre es 20/20 en estos asuntos. Pero mi propósito al mencionarte esto es recordarte que la historia tiende a repetirse, así que tiene mucho sentido estar atento y con la guardia en alto.
El filósofo George Santayana dijo: “Aquellos que no recuerdan el pasado están condenados a repetirlo”. Así que tomemos un momento para refrescar nuestros recuerdos con una breve lección de historia.
El fin de un imperio
Argentina es un buen ejemplo de lo que podría pasarle a Estados Unidos en el futuro. Hace solo unos años, Argentina era una potencia industrial con un fantástico nivel de vida. Era una tierra rica, el lugar favorito de muchos europeos.
Pero en unos pocos años, este país se convirtió en una nación pobre, endeudada y en bancarrota con una moneda débil. El dinero se fue, y también los ricos. Los impuestos subieron y la moneda colapsó. La corrupción comenzó a proliferarse, por lo que el potencial de estallido de la anarquía se volvió real.
¿Podría sucederle esto a Estados Unidos y otros países en unos años? La mayoría cree que no. Pero el comportamiento de gran parte de los gobiernos a nivel mundial me lleva a pensar lo contrario.
Desafortunadamente, demasiadas personas esperan que el gobierno resuelva sus problemas. Me temo que, en lugar de resolver los problemas, los gobiernos solo tienden a generar más impuestos y control.
Ascenso y caída del Imperio Romano
A lo largo de los años que pasé junto a mi padre rico mientras crecía, me animó a estudiar la historia del ascenso y caída de los grandes imperios. Uno de los imperios que estudiamos fue el romano.
Recuerdo que durante una de esas sesiones de estudio, me dijo:
“El Imperio Romano tenía una gran tecnología para conquistar y gravar a la gente, con lo que pudieron crear un vasto imperio. Sus dificultades comenzaron cuando la gente se mudó de las tierras conquistadas a ciudades como Roma. A medida que la ciudad de Roma crecía, a los líderes les preocupaba que las turbas urbanas se rebelaran si no tenían trabajo, refugio ni comida. Entonces, los romanos alimentaron a la gente y crearon grandes distracciones como el Coliseo para entretener a las masas. Pronto Roma se convirtió en una gran ciudad llena de personas que esperaban ser entretenidas y alimentadas.”
Cuando me contó esto, le pregunté si entonces Roma se había convertido en un Estado de bienestar. La respuesta de mi padre rico fue que más que un Estado de bienestar, se convirtió en una gran burocracia gubernamental. En lugar de solucionar problemas, generaba más.
El poeta romano Juvenal acuñó la expresión “Dales pan y circos y nunca se rebelarán”. Esta fue su observación cuando el otrora poderoso Imperio Romano se precipitó hacia el caos y el colapso económico. Su punto: si la gente se siente rica, el gobierno puede salirse con la suya.
Hoy por ejemplo, en Estados Unidos se habla mucho sobre la RBU, una Renta Básica Universal. En lugar de que el Banco de la Reserva Federal (Fed) imprima dinero y entregue ese dinero a los bancos, muchos socialistas quieren que la Fed imprima billetes y se lo den directamente a la gente.
Si bien el Imperio Romano tardó cientos de años en colapsar finalmente, con la velocidad actual de la dinámica monetaria, el gran imperio estadounidense podría caer bastante rápido.
Si la gente tuviera verdadera educación financiera, sabría que los ricos, en general, pagan poco o nada en impuestos. Entonces, ¿quién pagará por un mundo en el que todo es gratis? Pagaremos gratis con nuestra libertad. Esa es la agenda socialista-comunista-fascista.
Y esto aplica a muchos países.
Sé más inteligente que los gobiernos
La mayoría de los académicos entra en la categoría de burócratas gubernamentales. Todos sabemos que los académicos están desconectados del mundo real, sobre todo cuando se trata de dinero. Los burócratas son fascistas que establecen reglas y esperan que todos vivan de acuerdo con sus reglas. Hay burócratas en todos los ámbitos de la vida.
No me malinterpretes. Las reglas son importantes. Necesitamos reglas. Por ejemplo, es mejor que todos conduzcamos por el mismo lado de la carretera y obedezcamos los límites de velocidad.
El problema es que, como dije antes, los burócratas quieren que todos vivan en un mundo gobernado por sus reglas. Estos, como la mayoría de los académicos, no viven en el mundo real. La mayoría tiende a ser socialistas y comunistas.
Ten cuidado con los “expertos altamente especializados” que quieren hacerte creer que son más inteligentes que tú. El hecho de que alguien se haya graduado de una gran universidad o que sea un profesional bien educado, como un abogado, médico, contador, corredor de bolsa, planificador financiero o corredor de bienes raíces, no significa que sepa realmente cómo funciona el dinero.
La buena noticia es que esta situación puede facilitar la vida de personas como tú, personas que investigan, leen y aprenden de verdaderos maestros del mundo del dinero.
Piensa como inversor
Actualmente, millones de personas están atrapadas en trabajos que odian o en trabajos que no pagan lo suficiente, o ambas. Sus pensiones y planes de retiro corren el riesgo de desaparecer. Su educación, o la falta de educación, los mantiene estancados, temerosos de fracasar y temerosos del cambio.
Pero para sobrevivir a la actual crisis económica, es fundamental cambiar, empezando por tu forma de pensar.
Una vez conocí a un caballero que pasó gran parte de su vida como camionero. Trabajó muchas horas por un salario decente, pero nunca se sintió realmente seguro económicamente.
Cuando los tiempos se pusieron difíciles, la empresa para la que trabajaba tuvo que hacer recortes y lo despidieron. En ese momento, se comprometió con su educación financiera y con el aumento de su coeficiente intelectual financiero. Finalmente, compró un negocio de franquicia en la industria de camiones, una industria de la que ya sabía mucho, y se convirtió en empresario. Hoy es libre económicamente.
Mientras hablaba con él, me dijo que antes de convertirse en emprendedor, veía el mundo como un lugar de posibilidades limitadas donde estaba atrapado en largas jornadas laborales, bajos ingresos, altos impuestos y gastos crecientes como alimentos, gasolina y los costos de salud reduciendo cada vez más su salario.
Hoy, ve un mundo de posibilidades infinitas. Su vida cambió para siempre, porque cambió su forma de pensar. Fácilmente podría haber hecho una solicitud de ayuda por desempleo y buscar otro trabajo, pero optó por elevar su inteligencia financiera.
Para mí, este es un ejemplo perfecto de mi creencia de que dar dinero a la gente no resolverá sus problemas. Creo que es hora de dejar de darle pescado a la gente. Es hora de enseñar a la gente a pescar y darles el poder de resolver sus propios problemas económicos.
La educación financiera tiene el poder de cambiar el mundo. Predigo que el primer país que adopte un programa integral de educación financiera para todos los estudiantes, ricos o pobres, surgirá como una potencia financiera mundial.
¡Actúa con inteligencia!
Robert Kiyosaki
Para El Inversor Diario
Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.