En las inversiones, hay formas de poner a tu favor las probabilidades. De hecho, existen estrategias que se basan solo en lograr eso mismo. Y como he visto en mis años como inversor, los resultados que puede generar son muy reales.
Siempre que considero una nueva operación o inversión para mi cuenta, una de las primeras cosas en las que pienso es en la probabilidad de éxito.
Al fin y al cabo, todas las inversiones que realizamos conllevan un riesgo. En el mercado, no hay bolas de cristal y nadie puede ver perfectamente el futuro.
Pero podemos hacernos una idea de la probabilidad de que una inversión resulte rentable. Y también podemos hacernos una idea de los beneficios que podemos obtener si la operación funciona según lo previsto.
La combinación de estos dos factores puede darnos una gran idea de si las probabilidades están a nuestro favor. El objetivo aquí, es que cuando “tiremos la moneda” al aire nuestros resultados no sean 50/50. En su lugar, buscamos:
– Que tengan más del 50% de probabilidades de salir a nuestro favor
– Que nos paguen más por los ganadores de lo que perdemos cuando la operación no funciona
Puntos extra si pones ambos factores a tu favor.
Para que este punto quede claro, veamos dos situaciones atractivas en las que creo que podrías invertir.
1: Una oportunidad de alta probabilidad. Esta es una operación que es muy probable que funcione a tu favor.
Digamos que arriesgas USD 1.000 en una acción que podría pagarte USD 1.000 de si cotiza a tu precio objetivo.
Si investigas y descubres que la acción tiene un 70% de posibilidades de alcanzar tu objetivo, y un riesgo del 30% de perder tus USD 1.000 , ¡esa es una gran inversión!
2: Una oportunidad de baja probabilidad con un alto beneficio. Esta sería una operación más especulativa que, probablemente, no funcione, pero que te generará un rendimiento atractivo si acierta.
Para esta jugada, invirtamos la situación y digamos que tu operación sólo tiene un 30% de posibilidades de éxito. Eso significa que siete de cada diez veces, perderás dinero con esta jugada.
Sin embargo, con esta jugada, podrías multiplicar 10 veces tu inversión, si es que funciona.
Así que, con tus operaciones perdedoras, perderías USD 1.000. Pero cuando estas inversiones den resultados, embolsarás una ganancia de USD 10.000.
Si inviertes USD 1.000 en diez situaciones diferentes como ésta, perderás USD 7.000 en las operaciones fallidas. Pero los tres ganadores compensarán con creces esas pérdidas, con ganancias de USD 30.000. Si sumas los ganadores y los perdedores, ¡te llevarás un beneficio total de USD 23.000!
Por supuesto, hay que tener cuidado para asegurarse de que las probabilidades (y los beneficios potenciales) sean correctos cuando se establece la operación.
Pero si estudias los mercados y las inversiones específicas durante años, como yo lo he hecho, serás bastante bueno estimando las probabilidades para cualquier operación.
Ahora, echemos un vistazo más práctico a cómo funcionan estas jugadas tres con “atajos bursátiles” que uso la vida real.
Quiero mostrarte tres tipos diferentes de operaciones – muchas de las cuales cubrimos regularmente aquí en El Inversor Diario para ayudarte a obtener ganancias consistentes en el mercado.
Atajo #1: Usa un rango para inclinar la balanza a tu favor
Una de las primeras cosas que aprendí cuando trabajaba en un fondo de cobertura, fue a establecer precios objetivo para acciones específicas.
Mi jefe y mentor, Bill, me pedía a menudo que escribiera mi opinión sobre una acción y que le diera tres precios objetivo para la cotización de esa acción.
El primer objetivo sería el precio en el peor de los casos. Para llegar a este precio, me fijaba en elementos específicos como:
– Riesgos específicos de la empresa.
– Riesgos para el mercado en general.
– Múltiplos históricos, como el precio de una acción comparado con sus beneficios o ventas.
– Rangos (o precios) recientes en los que ha cotizado la acción.
Al observar estos diferentes escenarios, normalmente puedo llegar a plantear el peor caso para la acción, lo que nos ayudaba a Bill y a mí a estimar cuál podría ser nuestro riesgo con una operación específica.
En segundo lugar, encontraba el precio más probable de las acciones.
Este precio se basaba en las expectativas de beneficios de la empresa, la tendencia del mercado en general, la valoración de la acción en comparación con sus pares de la industria y algunos otros parámetros tradicionales.
Por último, Bill me pedía que hiciera un simulacro del precio de la acción en el mejor de los casos. Este sería el precio al que podríamos esperar que cotizara la acción si todo salía a la perfección.
En algunos casos, podríamos suponer el lanzamiento de un nuevo producto o la aprobación por parte de la FDA de un medicamento en desarrollo.
Para otros, el mejor escenario sería la adopción generalizada de sus servicios o la expansión en un mercado internacional.
Una vez que teníamos los tres precios objetivos sobre el papel, podríamos asignar una probabilidad a cada uno de ellos.
Podíamos calcular cuánto estábamos dispuestos a arriesgar y si el rendimiento potencial justificaba arriesgar el capital de nuestros clientes para esta jugada específica.
Y si los números salían a nuestro favor, ¡entrábamos en la operación!
Ahora, no es necesario realizar un proceso detallado como éste para cada acción que compras. Sin embargo, siempre se debe tener una buena idea de cuánto se está arriesgando y qué tipo de rendimiento esperas generar.
Poner estos dos factores uno al lado del otro te ayudará a tomar mejores decisiones de inversión y a “superar” a Wall Street con respecto a las jugadas menos rentables.
Atajo #2: Comprar opciones para obtener mejores rendimientos
Una de las formas más populares en que los operadores inclinan las probabilidades a su favor, es a través de los contratos de opciones.
Cuando compras un contrato de opción call, estás entrando a un contrato con otro operador. Este contrato te da derecho a comprar acciones a un precio determinado.
Por supuesto, cuanto más alto cotice la acción, más valioso será este derecho.
Del mismo modo, cuando compras una opción put, también estás suscribiendo un contrato. Este contrato te da derecho a vender acciones a un precio determinado.
Por tanto, cuanto más baja sea la cotización de una acción, más valor tendrá este contrato. Al fin y al cabo, si tienes el derecho de vender una acción a USD 50 aunque cotice a USD 20, ese derecho vale al menos USD 30 por acción.
Los inversores suelen malinterpretar los contratos de opciones. Y al igual que cualquier herramienta, pueden ser peligrosos si se utilizan de forma inadecuada.
Pero cuando se utilizan correctamente, se puede comprar un contrato de opciones con un beneficio potencial mucho mayor que la cantidad de dinero que se está arriesgando.
La clave con estos contratos es no sólo mirar los beneficios potenciales en el papel, sino también la probabilidad real de que lleguen a tu cuenta.
Por ejemplo, considera una operación con opciones que podría darte cinco veces tu inversión, pero que también podría perder todo su valor.
Para esta jugada, querrías asegurarte de que la probabilidad de que esta opción funcione sea al menos del 20%.
Y para estar seguro, preferirías tener una probabilidad mucho mayor de ganar.
Si te tomas el tiempo para aprender cómo funcionan las opciones y cómo calcular sus ganancias y riesgos potenciales, ¡estas jugadas pueden ayudarte a hacer crecer tu cuenta muy rápidamente!
Atajo #3: Vender opciones para obtener ingresos
Mientras que la compra de opciones puede ayudarte a generar enormes ganancias en poco tiempo, hay otra estrategia que puedes utilizar con las opciones para generar ingresos fiables.
Durante años, he estado utilizando esta estrategia de alta probabilidad para recaudar ingresos para mi familia.
¿Sabías que puedes vender un contrato put a otro operador y obtener ingresos instantáneos de una de tus acciones favoritas?
Cuando vendes un contrato put, técnicamente estás llegando a un acuerdo para comprar acciones a otro operador a un precio específico.
(El operador que compra el put tiene derecho a venderte esas acciones al precio acordado.)
Esta es una gran estrategia si hay acciones de un título específico que te gustaría comprar a un precio reducido.
Al vender un put, te comprometes a comprar a ese precio de descuento. Y estás recibiendo un pago atractivo (a menudo cientos de dólares) por ese acuerdo.
Esta estrategia tiende a ser una situación de muy alta probabilidad a tu favor. Así que, en lugar de lanzar una moneda al aire con una probabilidad 50/50, es más bien como apostar a todos los números de una ruleta.
Seguro que te pagan un poco cada vez. Y a menos que la acción que quieres comprar cotice vaya con fuerza a la baja, es muy probable que salgas ganando.
Un detalle importante…
Cuando utilices estos “trucos” en tus propias operaciones, ten en cuenta que cada operación conlleva un riesgo. (Recuerda que incluso lanzando una moneda, algunas personas obtendrán “cruz” seis veces seguidas.)
Así que no inviertas en una sola operación todo tu capital, por muy buena que parezca en la superficie. Y nunca pongas en estas jugadas capital que no puedes darte el lujo de perder.
Si inviertes una pequeña cantidad en cada oportunidad y aprovechas las diferentes situaciones que ofrece el mercado día tras día, acumularás beneficios sin correr demasiado riesgo en una sola posición.
Y lo mejor de este enfoque es que, a medida que tu cuenta crezca, podrás arriesgar un poco más en cada nueva operación.
Antes de que te des cuenta, tus operaciones te ofrecerán muchos más beneficios (en dólares), aunque sigan representando sólo una pequeña parte de tus ahorros.
Así es como se hace crecer la riqueza de forma constante.
Buenas inversiones,
Zach Scheidt
Para El Inversor Diario
Comenzó su carrera como director de inversiones en un fondo de cobertura multimillonario, en el que administraba más de USD 200 millones en cuentas de clientes individuales. Es creador del sistema financiero que dio vida a Megacontratos, especializado en identificar los acuerdos de fusiones y adquisiciones corporativas capaces de ofrecer a los inversores las ganancias más atractivas de todo el mercado.