El ecosistema blockchain es más que un sistema financiero, es una estructura que brinda confianza sin intermediarios. Este es el verdadero potencial que tienen las criptomonedas y que podría impactar en los sistemas e instituciones tal como las conocemos.
Cuando hablamos de criptomonedas, blockchain y finanzas, se suele hablar de libertad.
Por un lado, muchas personas piensan en la libertad de poder hacer lo que quieren, sin que la variable económica nos limite. Por otra parte, la libertad de poder disponer de nuestro capital y nuestros recursos según lo deseemos, sin tener que pedir permiso a terceros.
Y cripto se refiere a todo eso a la vez.
Por un lado, las criptomonedas surgen en 2009, con la crisis financiera global generada como respuesta a la manipulación del sistema de moneda fiduciario.
Frente a la crisis de los bonos hipotecarios que llevó a la quiebra a gigantes financieros como Lehman Brothers, la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó a inyectar dólares en el sistema financiero de forma artificial para prevenir la quiebra de los bancos y un deterioro mayor de la economía.
Base monetaria de los Estados Unidos desde 2007. Fuente: Fed
Satoshi Nakamoto, el creador de bitcoin, comprendió que el sistema fiduciario era capaz de doblarse frente a la necesidad de los grandes jugadores financieros, y que las personas comunes, que no tienen otro vehículo para guardar su capital pagaban las consecuencias.
Fue entonces que nació el concepto de las criptomonedas: utilizar la criptografía para generar un sistema monetario y financiero descentralizado (es decir, sin bancos centrales ni grandes jugadores que pudieran imponer sus necesidades al resto de la comunidad), libre, transparente, inalterable.
Confiable.
La confianza sin la necesidad de un mediador con poder sobre el sistema es el punto fundamental.
Y para eso se desarrolló la tecnología blockchain: allí, la confianza la ofrece la red descentralizada, que funciona en todos sus nodos de forma completa, donde ninguno tiene un poder absoluto.
Es decir, nadie puede intervenir ni alterar la información de la red, y todas las personas saben qué pueden esperar de ella porque está escrito en su código de manera pública y accesible.
Es por eso que con criptomonedas como bitcoin, por ejemplo, puedes saber exactamente cuántos bitcoin fueron emitidos día a día, cuántos bitcoin existen hoy en día, cuántos bitcoin se transfieren entre una cuenta y otra. ¡Incluso cuánto bitcoin hay en cada billetera de bitcoin! Aunque la red es anónima y no guarda registro de quién es dueño de cada billetera.
Como puedes ver, es un sistema completamente transparente y confiable.
El impacto de blockchain 2.0
Bitcoin, la cripto con la que comenzó todo, estableció un nuevo paradigma basado en blockchain, mecanismos de consenso, red peer to peer y criptografia para establecer la confianza necesaria y que hasta entonces estaba dada por instituciones y grandes jugadores.
Pero fue con Ethereum con la que el sistema evolucionó. Ethereum introdujo una forma más compleja de usar la tecnología de contratos inteligentes o smart contracts que operan sobre la blockchain.
Estos contratos son programas que funcionan sobre la blockchain (es decir, con datos confiables e inalterables) y que ejecutan automáticamente las operaciones pautadas de acuerdo con la información registrada.
Es decir, se puede decir “que A entregará cierta cantidad de criptomonedas a B cuando se den X condiciones”. Esta es la base de las finanzas descentralizadas (DeFi).
Cualquier persona puede ofrecer o pedir un préstamo de criptomonedas a otra persona, con cierta cantidad de intereses pactados, sin necesidad de pasar por una entidad bancaria o financiera que aseguren la operación y cobren comisiones por hacerlo.
El garante será el contrato inteligente, programado sobre la blockchain, que ejecutará automáticamente la operación con el capital comprometido una vez que se cumplan las condiciones del préstamo.
Sin bancos. Sin financieras. Sin grandes prestamistas. Sin comisiones exorbitantes. En un mercado de oferta mundial que opera las 24 horas del día. Si las condiciones no te satisfacen, no tienes cuatro o cinco bancos más, regulados por las leyes de un país. Lo que tienes es un mercado global de prestamistas o solicitantes regulados por cada contrato inteligente.
Nuevamente, hablamos de libertad, porque aquí realmente eres libre de elegir la oferta que más te agrade, sin estar atado a regulaciones, monedas y prescripciones de los grandes jugadores (incluso podrías crear tus propios contratos inteligentes y hacer tu oferta en el mercado).
Pero lo que muchos no llegan a ver, y es por eso que muchos creemos que esta es la tecnología revolucionaria del siglo XXI, es que las criptomonedas y blockchain son mucho más que un sistema financiero.
Un sistema que ofrece confianza sin intermediarios no tiene por qué quedarse en las finanzas…
Un sistema de justicia descentralizado
En un mundo tan globalizado, muchas transacciones se hacen en línea y eso acarrea malas experiencias también.
¿No te pasó alguna vez que la persona a la cual le compraste un producto en algún sistema de compra online no te cumplió? ¿O que fuiste a un AirBnb y era muy distinto el departamento a las fotos que viste en el anuncio?
En el futuro, las disputas se podrían resolver con blockchain.
Eso es lo que plantea Kleros (https://kleros.io/), por ejemplo, un proyecto que avanzó en esta línea.
Fuente: https://es.cointelegraph.com/
De forma resumida, Kleros es una plataforma que está construida sobre la blockchain de Ethereum que propone resolver disputas de forma descentralizada.
Kleros asigna aleatoriamente a un jurado de expertos autoseleccionados y de participación colectiva (a través de la tenencia de su token), y ellos analizarán la evidencia y votarán por un veredicto.
El sistema de votación requiere el uso del token por parte de los participantes, el cuál se transfiere a la parte ganadora a través de un contrato inteligente.
De esta manera te aseguras un sistema justo, donde un jurado de pares (que no se conocen entre sí, seleccionados de forma azarosa por la red) opina por la resolución del conflicto con las evidencias aportadas.
Si eres jurado y participas de la opción mayoritaria, recibes un pago de criptomonedas. Si no, las pierdes. Se asegura así un trato justo y un incentivo por participación.
Lo sé, es difícil pensar que un sistema así suplante a los actuales sistemas judiciales.
Pero lo cierto, por una parte, es que actualmente estas disputas quedan en la nada porque la sola idea de hacer participar a una institución, a un abogado, a una disputa legal ya conlleva un gasto de energía, tiempos y costos que la mayoría de las personas prefiere evitar.
Y por otra parte, recién estamos en los años tempranos de esta tecnología. La mayoría de las personas del mundo todavía no han oído nombrar a blockchain y no saben distinguir a bitcoin de cualquier otra criptomoneda.
Cuando comienzas a ver lo que esto podría traer no solo a tus finanzas, sino a los sistemas e instituciones tal y como los conoces, comienzas a comprender el potencial masivo de todo esto.
¿Lo mejor? Cualquier persona puede participar de esta revolución a través de las criptomonedas de cada proyecto.
Libertad y el futuro a un clic de distancia.
Buenas inversiones,
Iñaki es un inversor y educador argentino con una especialización en tecnologías emergentes de la Universidad de Oxford. Pasó más de una década asesorando empresas en cuanto a la innovación de sus productos. Y desde hace cuatro años, Iñaki se ha dedicado de lleno al mundo de la tecnología blockchain, la misma que respalda a la mayoría de las criptomonedas del mercado.
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