Definir una visión, apegarse a la gratificación diferida y entender el poder del interés compuesto, son las claves para tomar las riendas de tu futuro financiero.
Estimado lector:
Siempre que viajo por el mundo para compartir mis enseñanzas y filosofía, me hacen la misma pregunta: “¿Cuál es el secreto para hacerse rico?” Descubrí que no hay ningún secreto. Es una forma de ser que requiere un crecimiento y una reorientación constantes.
La escritora y filósofa, Ayn Rand, decía que: “El dinero es una herramienta. Te llevará a donde quieras, pero no hará por ti las veces de conductor”.
Una de las razones más comunes que da la gente para no invertir es: “No tengo el dinero”. Esto ilustra un concepto erróneo común que muchas personas tienen de que el dinero genera dinero. La gente gana dinero. Los inversores inteligentes utilizan el dinero como una herramienta, puede ser su dinero o el dinero de otra persona, para invertir y generar rendimientos sobre el dinero invertido.
Desafortunadamente, como muchas personas han experimentado, el simple hecho de tener dinero para invertir y hacerlo, puede terminar en pérdidas de ese capital. Para ser un inversor exitoso, debes entender tus inversiones y tomar el control de tu estrategia financiera.
Hace un tiempo, un estudio demostró que la mentalidad de las personas que pasan de la pobreza a la riqueza cuenta con tres elementos determinantes:
• Una visión y un plan de largo plazo.
• La creencia en la gratificación a futuro y no inmediata.
• Entender y sacar provecho del poder del interés compuesto.
Adoptando la práctica del interés compuesto
A Albert Einstein le asombraba cómo el dinero podía multiplicarse simplemente por el poder del interés compuesto. Consideraba que este principio era uno de los inventos más asombrosos.
Sin embargo, el estudio del que te hablaba antes llevó al interés compuesto un paso más allá del dinero para dejar claro que el conocimiento y el aprendizaje adquiridos con cada avance, cada pequeño éxito y fracaso, también se acumular a lo largo de los años.
Las personas que no dieron ningún paso en absoluto no tuvieron la ventaja de una acumulación magnificada del conocimiento y experiencia que provienen de este principio.
Al igual que los buenos hábitos y el aprendizaje, que se da entre quienes se enriquecen mediante el uso del interés compuesto, aquellos que tienen malos hábitos financieros y de vida ven como esas costumbres también se agravan con el tiempo. Esto les conduce a deudas en el largo plazo, en lugar de riqueza o libertad financiera.
Me da la impresión de que este tipo de personas quieren una respuesta rápida. Quieren que les diga qué hacer para volverse rico, pero necesitan comprender en quién deben convertirse primero. En otras palabras, demasiadas personas están obsesionadas con la filosofía de vida de hacerse rico rápidamente.
Gratificación diferida
La inteligencia financiera también es inteligencia emocional. Warren Buffett, uno de los inversores más exitosos del mundo, suele decir que: “Si no puedes controlar tus emociones, no podrás controlar tu dinero”. Esto también aplica para los procesos que atravesamos en la vida.
Muchos buscan desesperadamente respuestas a corto plazo porque hoy tienen problemas de dinero, causados por deudas de consumo y la falta de inversiones que provienen del deseo incontrolado de gratificación inmediata. Llevan un estilo de vida bajo el principio de “comer, beber y divertirse”.
Se trata de educación. Cuanto más sepas, mejor te irá a la hora de invertir. Esto significa que tendrás que hacer tu parte, investigar y educarte. La buena noticia es que con Internet, hay muchos recursos al alcance de tu mano.
Una de las partes más difíciles de mi proceso fue no rendirme cuando estaba deprimido, no perder la paciencia cuando estaba frustrado y seguir estudiando y preparándome cuando quería huir de todo.
Otra razón por la que muchas personas fracasan en su proceso es que no pueden vivir sin una gratificación instantánea.
La principal razón por la que suelo mencionar lo bajo que era el salario que recibí al comienzo de mi vida, es para ilustrar la importancia de la gratificación diferida. Muchos sacrificarán un mañana más rico por unos pocos dólares hoy. No gané mucho dinero en mis 20 y 30 años, pero hoy gano millones.
En otras palabras, la inteligencia emocional es esencial para complementar la inteligencia financiera. Yo diría que cuando se trata de dinero, la inteligencia emocional es la inteligencia más importante de todas. Es más importante que la inteligencia académica o profesional.
Comienza de a poco, sueña en grande
En 1989, la primera inversión de mi esposa Kim fue una casa de dos dormitorios y un baño, por un precio de USD 45.000 en Portland, Oregon. Dejó USD 5.000 como pago inicial y ganó USD 50 al mes. Estaba extremadamente nerviosa cuando dio ese primer paso. Hoy, un negocio en torno a un edificio de apartamentos de USD 17 millones le resulta aburrido. Está lista para proyectos más grandes.
En 1997, mi amigo y compañero de negocios, Ken McElroy, comenzó con un condominio de dos dormitorios y dos baños en Scottsdale, Arizona. Costaba USD 115.000 y depositó como pago inicial USD 23.000. Ganaba USD 50 al mes en cash flow. Hoy, controla una cartera inmobiliaria de cientos de millones de dólares.
Compré mi primera propiedad de inversión en 1973. No tenía dinero extra para invertir. Todavía estaba en la Infantería de Marina y acababa de comprar mi primera casa.
En lugar de dejar que los bajos salarios y la falta de dinero me detuvieran, me inscribí en un curso de inversión inmobiliaria por USD 385. En unos pocos meses, compré mi primera propiedad de inversión, un condominio de una habitación en la isla de Maui, por USD 18.000.
La propiedad estaba en ejecución hipotecaria y el banco estaba desesperado por deshacerse de la unidad. El banco me dejó hacer el pago inicial de USD 2.000 en mi tarjeta de crédito. La propiedad me hizo ganar alrededor de USD 35 al mes, después de pagar mi hipoteca y mi tarjeta de crédito.
Es por eso que recomiendo que las personas comiencen con poco y se mantengan así, ya que esto permite que tu inteligencia y educación financiera aumente. Si estas crecen, también lo hacen los rendimientos de tus inversiones.
Si comienzas poco a poco en el sector izquierdo del cuadrante del CASHFLOW (empleado y autónomo) y aprendes las habilidades para ser un emprendedor exitoso, entonces puedes decidir pasar al sector derecho del cuadrante, junto a los inversores y empresarios.
Algunos pueden pensar que buscar pasar al sector derecho del cuadrante del CASHFLOW resulta demasiado desafiante. Si bien cualquiera puede ser emprendedor, convertirse en emprendedor no es para todos.
Hoy, los corredores de bienes raíces continúan diciéndonos a Kim y a mí: “No puedes hacer tal cosa”. Dicen eso a pesar de que nos ven comprando complejos de apartamentos de 300 a 500 unidades y ganando millones libres de impuestos. La mayoría de los agentes de bienes raíces no puede hacer lo que nosotros hacemos porque fueron educados en el cuadrante izquierdo, en lugar del derecho.
Te recomiendo que comiences con una inversión chica, como hizo Kim cuando compró su primera propiedad. Aprende a administrar tus deudas y tus inversiones.
No importa cuánto dinero tengas, comienza poco a poco. Invierte en muchos negocios pequeños, practicando para ganar experiencia en el manejo de deudas, propiedades o instrumentos en el mercado de valores.
¡Actúa con inteligencia!
Robert Kiyosaki
Para El Inversor Diario
Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.