Esta es la clave detrás de la verdadera revolución que traen las criptomonedas. Los contratos inteligentes, o “smart contracts”, son la clave detrás de la máquina imparable de cripto. Es importante que sepas qué son y cómo pueden cambiar los negocios del futuro.
Las criptomonedas nacieron en 2008, como respuesta a la crisis financiera global generada por los fondos de hipotecas de los bancos.
En aquel momento, un desarrollador o un grupo de desarrolladores que se dio a conocer como Satoshi Nakamoto, publicó El libro blanco de Bitcoin. Un archivo de nueve páginas que puedes leer en castellano aquí.
Allí se postulaba la creación de una red blockchain, autorregulada, descentralizada, que emitiera criptomonedas de forma programada para los diferentes nodos que registraran bloques de información en una especie de libre contable digital.
Todo esto se realizaría utilizando criptografía asimétrica. Es decir, un sistema de registro que vuelve a la información legible, pero inalterable.
Que esas nueve páginas se convirtieran hoy en un mercado de más de 12.000 activos, una capitalización de mercado arriba de USD 3 billones, un ecosistema de servicios financieros descentralizados que acaparó las luces entre 2020 y 2021, no fue un accidente.
Lo cierto es que para 2008, mucha de esta tecnología ya estaba disponible; pero no se había propuesto concretamente su uso e implementación.
Si bitcoin fue el puntapié inicial de una revolución monetaria, la creación de Ethereum fue la victoria que marcó el cambio de categoría.
Con Ethereum, en 2014, su creador, Vitalik Buterin, implementó a blockchain un concepto que ya tenía 20 años de antigüedad: los contratos inteligentes o smart contracts.
En 1995, un licenciado en ciencias de la computación llamado Nick Szabo utilizó el concepto de smart contracts para nombrar la posibilidad de utilizar la criptografía como el instrumento que aportara la confianza necesaria para los contratos, que hasta la actualidad continúan relegados en terceras partes: sistemas legales, bancos, instituciones financieras…
Y no hace falta ir tan lejos: escribanías, inmobiliarias, cualquier tipo de contrato en el que pongas tu firma requiere de un tercero que asegure el cumplimiento de las partes.
Porque un acuerdo siempre requiere de partes. Alguien se compromete a realizar una cierta acción cuando la contraparte realice cierta otra acción.
Nos comprometemos a pagar cada fin de mes nuestro servicio de internet como parte del acuerdo que tiene nuestro proveedor de sostener una red de internet de ciertas características en nuestro domicilio o empresa.
El banco se compromete a pagarnos, al finalizar un cierto período de tiempo, una cierta cantidad de dinero en concepto de intereses a cambio del dinero que nosotros nos comprometemos a aportar a su liquidez y no utilizar por la misma cantidad de tiempo. Eso es un depósito de plazo fijo, por ejemplo.
En la mayoría de los casos encontrarás que el consumidor está en desventaja con respecto al proveedor.
Si tu compañía de internet no te provee del servicio pautado, ¿qué vas a hacer? Vas a dar de baja el servicio asumiendo los perjuicios que te provocó que la contraparte no entregara lo prometido.
O puedes comenzar un litigio legal (con un abogado), solicitar al Estado que obligue a la empresa a pagar una penalidad por la ruptura del acuerdo. Eso llevará un costo de tiempo, de estrés… para que finalmente no obtengas satisfacción, porque finalmente lo que querías era, sencillamente, que se cumpla el acuerdo.
Si quien incumple los acuerdos eres tú (en caso de que puedas hacerlo), las cosas son bastante diferentes, ¿no es cierto? Abogados, intimaciones, embargos…
Los contratos inteligentes son programas que corren sobre una blockchain (es decir, están en una red descentralizada operativa las 24 horas del día) que registran un acuerdo entre partes dentro de la misma blockchain.
Es decir, cada parte se compromete y ofrece un colateral para realizar un acuerdo. Cuando una parte cumple con su primera porción del trato (registrado de manera inalterable en la blockchain), el programa del contrato inteligente automáticamente ejecuta la acción de respuesta pautada.
De esta manera, la confianza está depositada en un código digital, en una blockchain, en operaciones encriptadas y en un smart contract, sin la necesidad de más regulaciones, instituciones mediadoras del Estado, escribanos, abogados… bancos…
Esta confianza, descentralizada y liberada de las regulaciones de los intermediarios, es lo que permite por ejemplo obtener tasas de interés en dólares de cuatro, cinco o hasta 16 veces superiores a las de los mercados tradicionales.
Siempre que haya una contraparte de acuerdo en suscribir un contrato y aportar su colateral para participar en igualdad de condiciones de este acuerdo:
Tasas de interés con stablecoins (criptos que valen siempre USD 1).
Fuente: Loanscan.io
Hoy, los bonos de los Estados Unidos están pagando un interés anual de 1,71%. Es la contraprestación que te ofrece el gobierno de los Estados Unidos, como tercero de confianza, por comprar su deuda y ofrecer tu liquidez en dólares:
Fuente: investing.com
Los primeros años de un nuevo paradigma
La idea detrás de las criptomonedas es que las personas puedan ser realmente dueñas (y responsables) de sus decisiones financieras.
Pero, al igual que ha sucedido siempre, las finanzas son apenas un vehículo para poder hacer otras cosas. La libertad financiera es libertad… y punto.
El espíritu detrás del entorno cripto es que seas dueño de tu dinero, de tus finanzas y de la gestión de tu capital sin tener que preguntar a un Estado si está de acuerdo con cierta tasa de interés, sin tener que pasar obligatoriamente por un banco para poder obtener rendimientos de manera segura, sin tener que pagar a operadores de bolsa para comerciar cierto grupo de acciones y estar sometido a los grandes tiburones financieros que manejan los mercados a su merced…
Pero también son mucho más.
Son la posibilidad de elegir entre los proyectos que hay en oferta sin la limitación de las regulaciones o los monopolios usuales.
Si piensas en sistemas de almacenamiento en la nube, entonces es probable que pienses en Google o en Amazon. Y si encuentras otros, deberán ofrecer alguna ventaja, dentro de la misma cancha de juego de estos gigantes (e incluso un poco más acotada), para que los elijas.
Las grandes marcan el ritmo y las posibilidades del mercado. Aunque como ya sabemos, la mesa siempre está inclinada para quien tiene mayor poder de presión:
Fuente: Bloomberg
En el espacio descentralizado y libre que ofrece cripto gracias al sistema blockchain y los smart contracts, cada proyecto cripto es realmente libre de realizar una propuesta y ganar la aprobación de su mercado gracias a la eficiencia, sustentabilidad y valor que agrega a su sistema.
Así puedes encontrar proyectos como Filecoin, una propuesta blockchain para el almacenamiento entre pares que permite a las personas aportar capacidad de almacenamiento de información en la nube y recibir pagos en criptomonedas por hacerlo:
Fuente: https://filecoin.io/
Bastante diferente que esas diez páginas de letra ínfima que nunca lees, solo escroléas hasta el final para hacer clic en el botón “Aceptar términos y condiciones”.
Y una oferta que posiblemente nunca te hagan desde Google o Amazon.
No los culpo, es entendible en los mercados de servicios tal y como los conocemos hasta ahora.
Pero las criptomonedas, con la tecnología blockchain y los smart contracts están proponiendo todo un nuevo paradigma, un nuevo mundo de formas de operar y consumir.
Y una oportunidad rentable para quienes están viendo el potencial de esta nueva tecnología.
Por eso, para comprender más sobre los smart contracts te invito a ver el video de Cripto en tu Idioma que grabé el año pasado haciendo clic aquí.
Esto es todo por hoy.
Te dejo un saludo.
Germán Malnero
Para El Inversor Diario
Licenciado en Administración de Empresas y Sistemas, especializado en Mercados Financieros y de Capitales. Hace tres años se dedica a la asesoría en finanzas corporativas y gestión de portafolios de inversión, concentrándose en carteras diversificadas en criptomonedas. Actualmente, comparte su expertise en criptoactivos a través de los servicios enfocados en este mercado que ofrece Inversor Global.