Vivimos condiciones adversas en las economías del mundo. No por eso debemos alejarnos de las inversiones, claro, pues siguen gestándose oportunidades. Y hoy, te tengo un ejemplo concreto para que conviertas la crisis en ingresos para ti.
Después de la caída de las primeras 10 semanas del año y del rebote de la segunda mitad de marzo, el S&P 500 ahora mismo está 8,1% por debajo de su máximo histórico.
Desde 2016, el principal índice de acciones estadounidenses subió a un ritmo del 14,3% por año. Pero ahora mismo, cotiza al mismo nivel que en octubre del año pasado.
La economía mundial se desacelera por la mayor inflación, las subas de las tasas de interés, la guerra y las sanciones a Rusia, y las trabas a las cadenas de suministros. Hay chances de que haya una recesión mundial – es decir, que el mundo produzca menos que hace un año por estos factores.
Todos estos factores que afectan a la economía mundial están durando más de lo que inicialmente se pensaba. En especial la inflación, que hace un año se concebía como temporaria y se ha vuelto un fenómeno de largo plazo que está aumentando cada vez más.
Para combatir la inflación los bancos centrales del mundo se unieron para subir las tasas de interés, aun sabiendo que esa medida podría llevar a sus economías a una recesión.
Esta suba de tasas impactó en las valuaciones de las acciones.
Por si no lo sabes, las acciones de una compañía dependen de lo que hoy valen las ganancias que obtendría en el futuro. Para calcular el valor presente de estas ganancias, se descuentan los importes que la compañía ganará por la tasa a la que financia su capital. Si la tasa es más alta, el descuento sobre las ganancias futuras es mayor y, por ende, el valor de la compañía es menor.
Si cae el valor de la compañía, los inversores tienen un serio motivo para vender sus acciones y así provocar la caída de su precio.
En esencia, tasas más altas = menos ganancias para muchas empresas que necesitan refinanciar su deuda.
Al mismo tiempo, si se espera un menor crecimiento económico, las empresas ganarían menos dinero.
Entonces hay dos motivos para que caigan las acciones: un mayor descuento sobre las ganancias futuras por las tasas más altas y menores beneficios para las compañías por la desaceleración económica.
A partir de esto quizás estés pensando que es el momento de vender todas las acciones y alejarse de ellas por los próximos años. Te diría que ese no es el camino. Al menos por ahora.
Te ofrezco una mejor alternativa
En este contexto de alta incertidumbre, muchas empresas optan por no reinvertir sus utilidades y distribuirlas en forma de dividendos.
Mediante el pago de jugosos dividendos, los accionistas consiguen un rendimiento mayor que el resto. Por eso son muy solicitadas en contextos como estos.
Y esa mayor demanda se traduce en un aumento del precio de la acción y en una ganancia plus de capital.
Un ejemplo de ello se dio en la automotriz estadounidense Ford Motors (F).
En el pasado, una de las grandes cualidades de Ford era su robusto dividendo. En marzo de 2020, antes de que estalle la crisis provocada por el coronavirus, los directivos tomaron una sabia decisión: suspender la distribución de dividendos para fortalecer el efectivo y compensar la futura desaceleración de sus ingresos.
Ford venía distribuyendo más de USD 2.000 millones anuales en concepto de dividendos, y fue un golpe duro para los accionistas.
Sin embargo, en el tercer trimestre de 2021, la compañía consiguió facturar USD 35.683 millones, ganar USD 1.832 millones y generar un flujo libre de caja de USD 7.700 millones después de un 2020 muy difícil. A partir de este resultado, su directiva decidió reanudar su política de distribución de dividendos: desde ahí Ford paga un dividendo trimestral de USD 0,10 por acción.
Cuando los inversores se enteraron de la vuelta del dividendo y del mejor desempeño de la automotriz, Ford (F) voló 100%:
Fuente: Trading View
F viajó desde los USD 12-13 hasta los USD 24-25 entre septiembre de 2021 y enero de 2022. Y luegorecortó su rally para ubicarse en torno a los USD 16-17, un 33% por arriba del precio que tenía antes de la presentación de los resultados y del retornos de los dividendos.
Esto es tan solo un ejemplo de cómo una empresa que paga buenos dividendos puede ayudarte a sobrellevar la volatilidad presente y futura de las acciones.
La paz de las inversiones
En el contexto actual es muy probable que las acciones volátiles que nos dieron grandes rendimientos suban a una velocidad más lenta o incluso bajen de precio.
Si invertimos en ellas, probablemente terminemos sintiendo malestar, estrés e incomodidad.
Mejor elegir acciones que pagan buenos dividendos.
Nos proveen de la comodidad de los rendimientos seguros y estables, incluso en tiempos inciertos como los que atravesamos.
Hasta la próxima
Bruno Perinelli
Para El Inversor Diario
Bruno Perinelli es licenciado en Economía (UBA) y tiene un posgrado de especialización en mercado de capitales. Con 12 años de experiencia operando acciones, monedas, commodities, bonos y derivados, es el jefe de Trading de Inversor Global y ha estado a cargo de tres servicios de análisis de trading. Actualmente participa como analista de mercados de Cash Flow Semanal y Súper Acciones Millonarias, y publica regularmente consejos de inversión en Mercado en 5 minutos y El inversor diario.