Durante este último colapso general del mercado, muchos protocolos DeFi se han derrumbado. Sus tokens nativos han experimentado caídas de más de 90% y el valor total bloqueado dentro de los protocolos disminuyó un monto parecido. Esta crisis recién comienza y los vencedores se convertirán en los líderes del mercado.
Siempre el mercado cripto da que hablar a aquellos que no lo entienden.
Cuando no lo consideran una estafa ponzi, lo declaran muerto. Cuando los precios suben, hablan de burbujas, cuando caen, hablan del fin de cripto.
En el criptoinvierno de 2014 existió el furor de las bifurcaciones, los nuevos proyectos cripto que surgían a partir del código de programación de otras criptomonedas. Incluida la propia Ethereum, que utiliza el mismo protocolo de registro y emisión de bitcoin (Proof of Work), pero introdujo los contratos inteligentes y quitó el límite de emisión de 21 millones de unidades que tiene aquella, por ejemplo.
La mayoría de aquellos proyectos, en aquel mercado pequeño, quedaron en el olvido. Pero el nacimiento de Ethereum marcó una nueva instancia en cripto. El ecosistema tal y como lo conocemos hasta hoy: cripto 2.0.
En 2018 llegó el furor de las ICO (Initial Coin Offer, el lanzamiento público de financiación de nuevos proyectos cripto). En el furor que había sido el bullrun de 2017, donde bitcoin multiplicó por 20 su valor en apenas un año, el furor del mercado pasó a considerar que todo lanzamiento cripto tendría el mismo potencial.
Nuevamente, los proyectos sin valor y el furor sin fundamentos quedaron arrastró a la mayoría de aquellos inversores a la quiebra.
Hoy vemos la decadencia del furor de 2020: las Finanzas Centralizadas y Descentralizadas cripto.
Lo cierto es que la tecnología (que solo mejora) asegura el funcionamiento, pero no la sustentabilidad de los proyectos.
Cripto se propone como un nuevo entorno financiero alternativo a las finanzas tradicionales. Pero la tecnología blockchain posibilita esto, no lo hace obligatorio.
Es decir: si transferimos los errores del mercado tradicional al mercado de criptomonedas, los resultados serán los mismos. Y en el caso de cripto, incluso peores, porque la ausencia de regulación del mercado hace que no haya límites para estos excesos.
Y esto es lo que está sucediendo hoy, tal y como hablamos ayer junto a Darian Yané y Juan Koch en el evento en vivo Cripto, entre piratas y tiburones.
Como en cada caso que te mencioné más arriba, esta vez también veremos el fin de los proyectos que no tenían valor, la crisis generada por el miedo de quienes ven quiebras que consideraban imposibles y un nuevo acomodamiento del que cripto saldrá más sólido.
Hoy en día, lo que estamos viendo es la crisis del entorno financiero cripto en el que, sin regulaciones a la vista, muchos proyectos crearon modelos financieros insostenibles que colapsan bajo la caída de precios de los últimos meses.
Caída de precios que, además, es cíclica y esperable en cripto: sucede cada cuatro años desde los últimos doce. Sucedió en 2014, sucedió en 2018 y ahora sucede de nuevo, en 2022.
Los protocolos irresponsables han creado su propia crisis de las hipotecas, como sucedió en el mercado tradicional en 2009, en la que grandes bancos y fondos de inversión crearon una burbuja de activos hipotecarios incobrables con la calificación de “bajo riesgo” y, cuando la burbuja estalló, ninguno tenía la liquidez para responder por esa falta de control.
¿Es el fin de cripto? No. Ni de cerca. Como no lo fueron las crisis anteriores ni la crisis hipotecaria acabó con el sistema bancario tradicional.
Como en cada ocasión, el ecosistema aprende de sus errores y avanza, limpiándose del riesgo y creando su propia historia en un entorno que nunca antes habíamos visto, como es el entorno de la descentralización.
Por eso es importante que comprendas qué es lo que está sucediendo, cómo llegamos hasta aquí y cuál es la oportunidad que tienes frente a ti.
1.- Sistemas insostenibles presentados como seguros
En primer lugar, la gran mayoría de protocolos DeFi (es decir, la programación que regula el funcionamiento financiero de cada plataforma) no tenían una fuente sostenible para generar ingresos constantes. La única fuente de ingresos eran las tarifas pagadas por los usuarios para utilizar la plataforma.
Los protocolos, sin embargo, les otorgaban más rendimientos a los usuarios por utilizar la plataforma que los que generaba en términos de tarifa, por lo que el rendimiento de quienes aportan liquidez y ayudaban al sistema era cada vez menor.
El ejemplo más grande de esto es el 20% que otorgaba Anchor Protocol en la stablecoin de Terra, UST, cuyo colapso fue el comienzo del fin.
Fuente: Anchor Protocol
Ten presente que los Bonos del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años, hoy, entregan un rendimiento apenas inferior al 3% anual, y es la tasa que da valor al dólar otorgada por la entidad que regula la política de emisión de dólares reales.
¿Cómo obtendrían 17% de dólares por encima de esta tasa sin incurrir en un gran riesgo?
2.- Descontrol monetario
En segundo lugar, pero relacionado a esto, la gran mayoría de protocolos descentralizados presentan un modelo de emisión de tokens altamente inflacionario. Los protocolos publicitaban recompensas de alto rendimiento para atraer a inversores.
Por ejemplo, retornos anuales del más del 100%.
Todas estas recompensas, solo se otorgaban en los tokens nativos del protocolo, qué tenían muy poco valor y luego, sin un mercado pujante de nuevo dinero detrás (es decir, un bullmarket con aumento de la demanda constante), se veían diluidos por la alta inflación.
Sumado a esto, los usuarios generalmente seguían con el modelo “farm-and-dump”, es decir, vender instantáneamente todos los tokens obtenidos.
Algo que también era muy común y sucedía en los protocolos descentralizados, es que el suministro inicial de tokens al equipo, inversores y comunidad solía estar bloqueado por un tiempo.
Esto generó un aumento en los precios y la capitalización de mercado en el corto plazo, pero, cuando ocurrieron los desbloqueos, muchos vendieron masivamente ya en la caída del mercado de 2022. El desbloqueo, así, generó un desbalance masivo de la oferta sobre la demanda del momento que se puede ver en la caída precipitada de precios.
Pasó por ejemplo con Defi Kingdoms. Observen el movimiento en el precio.
DFK/USD. Fuente: Coingecko
3.- Falta de liquidez y quiebre de sistemas
En tercer lugar, algo que ha sido central en estas últimas semanas: El uso de apalancamiento para pedir prestamos.
Gran parte de los protocolos descentralizados tenían funcionalidades en donde los tokens nativos podían usarse como un activo colateral para pedir préstamos (aquellos que, como acabamos de ver, en general son inflacionarios y de regulación de oferta imprevisible). Esto, finalmente, causó muchísimos problemas.
Los usuarios que depositaban estos tokens para apalancarse en exceso y obtener más préstamos, fueron liquidados completamente cuando los precios bajaron y el valor en dólares del colateral llegó a su punto mínimo.
Esto condujo a muchísimos protocolos a la espiral de la muerte: los precios caen, los préstamos se liquidan, falta liquidez por la ejecución del apalancamiento, los inversores huyen y vuelven a impulsar la caída de precios…
Este fue el caso de Wonderland, uno de los protocolos de préstamos en donde los usuarios compraban el token nativo, TIME, y pedían prestada una stablecoin, MIM, para luego invertirla.
Con las bajas del mercado el precio de TIME cayó y con ello liquidó las posiciones de los usuarios, lo cual desencadenó una cascada de liquidaciones.
Observa en el gráfico el comportamiento de TIME, con alzas a máximos en el tope del bullrun de 2021, una caída abrupta consistente con el mercado y una liquidación entre enero y febrero de este año.
TIME/USD. Fuente: Coingecko
Durante los mercados alcistas, muchas veces vemos resultados y rendimientos extraordinarios, pero nunca nos preguntamos realmente de dónde vienen.
Con el bearmarket entre nosotros, es un momento ideal para estudiar el fracaso de la gran mayoría de protocolos que le generaba grandes riquezas a los usuarios durante el último año y medio.
La oportunidad ahora para estudiar y entender es la clave de cara al futuro.
Y el pánico de los mercados es la oportunidad de los inversores de valor para armar una cartera con criptomonedas a valores que nos hubieran parecido ridículos en el último año.
Recuerda que aún estamos temprano y ahora es el momento de aprender.
Te dejo un saludo.
Santiago Coates
Para Cripto en tu Idioma
Santiago Coates es licenciado en Administración de Empresas (Universidad de San Andrés). Estudia y analiza el mundo de las criptomonedas y las finanzas descentralizadas desde 2018. Actualmente es analista de inversiones cripto en el equipo de Inversor Global y publica habitualmente en Mercado en 5 minutos y Membresía Cripto.