Luego de las fuertes caídas de 2022 en todos los mercados, estamos viendo desde comienzos de año una marcada recuperación. El rendimiento de 77% que lleva acumulado bitcoin desde enero parece pasar desapercibido mientras un cisnea negro sobrevuela los mercados tradicionales.
Mientras los mercados están complicados, cripto está sacando a relucir sus mejores galas.
Si bien no soy un maximalista de bitcoin, no puedo dejar de mencionar lo que está haciendo la gran criptomoneda.
La mayoría de las personas en los mercados financieros pareciera no saberlo, pero el activo más famoso del mercado cripto, en lo que va del año lleva un aumento de 77%, contra un 8% del S&P 500:
Fuente: Tradingview
Bitcoin está haciendo lo que hace bitcoin dentro de su ciclo: la recuperación luego del criptoinvierno, que sucede cada cuatro años y dos años luego de su halving (2022, 2018 antes, 2014 el anterior…).
Pero ese 8% del S&P 500 habla de un problema notorio: es extraordinario.
Piensa que ese crecimiento habla de la evolución de la economía, del crecimiento de la cotización de las 500 empresas más grandes de Estados Unidos.
Entre 1927 y 2020, el crecimiento anual promedio del índice fue de 8,26%.
Luego de la Gran Crisis Financiera de 2008, uno de los grandes desbalances de este siglo, el promedio de crecimiento aumentó hasta el 17,5% anual, para consolidar su mercado alcista más largo y pronunciado.
Pero ese crecimiento extraordinario tuvo algunas ayudas…
Por un lado, las bajas tasas de interés. Es decir, el valor del dinero.
Observa la evolución histórica de la tasa de referencia de la Reserva Federal, el “valor” del dinero:
Fuente: Tradingeconomics.com
Con prácticamente una década y media de dinero abundante y “barato”, el apetito por el riesgo se disparó.
Pero no era sostenible. El costo de esto fue emisión e inflación. Y finalmente parece estar llegando a un límite.
Observa cómo aumentó la base monetaria (la cantidad de dólares emitidos por la Reserva Federal) en esos mismos años.
Fuente: Fred de St. Lois
La consecuencia de todo esto, por un lado, está siendo una inflación que desacelera lentamente, pero continúa licuando el poder adquisitivo del dinero. Y por otro, es la latente crisis de crédito que se está expresando de manera contínua en la crisis bancaria desatada en los últimos meses.
Y hasta aquí no estoy haciendo más que nombrar algunas de las condiciones del complicado entorno financiero que está detrás del crecimiento extraordinario del S&P 500.
Pero este problema no es nada nuevo.
Son decisiones de política monetaria, que benefician a una elite financiera y genera beneficios extraordinarios e insostenibles, que luego deben pagar las personas comunes como tú y yo a través, por ejemplo, de la inflación. Viejo como la historia del mundo.
Y como quiebre de esta historia, que se está repitiendo ante nuestros ojos, nace cripto en enero de 2009.
En el paper de lanzamiento de bitcoin, se definió a la criptomoneda como dinero entre pares, descentralizado (es decir, sin entidades que tomen decisiones a su favor de forma unilateral), abierto. Un sistema monetario que permite crear valor sustentable, donde todos los participantes obtengan un beneficio aportando un valor claro.
Esto es lo que es DeFi, por ejemplo.
En lugar de depender de una entidad bancaria central que, por una ventanilla, reciba dinero a cambio de una tasa de interés mínima, y luego por la otra ventanilla preste este dinero por tasas que llegan a duplicar eso que recibe el propietario original, gracias a la tecnología blockchain y los contratos inteligentes, el banco ya no es necesario.
Es decir, el propietario del dinero acuerda libremente la tasa de interés que va a cobrar por prestar su dinero (mucho más alta que la tasa que le paga el banco), y a su vez quien pide este dinero en préstamo paga una tasa de interés que es bastante más baja que la que le cobraría aquel banco.
Ambas partes se benefician. Y el sistema de desarrolladores que programa los contratos del intercambio, recibe su parte en forma de mínimas comisiones fijas por operación.
Todos aportan y todos reciben.
Y estos sistemas, en cripto, abundan. Son el valor que está detrás de que un crecimiento de 77% en bitcoin en cuatro meses y en este momento, no sean un problema sino lo esperable.
En ese sentido, esta semana en la invitamos a los suscriptores a conocer los fundamentos, funcionamiento y casos de uso de los Launchpad cripto (‘plataformas de lanzamientos’).
Los Launchpad son plataformas de financiamiento que permiten invertir de manera temprana en un proyecto para recibir así diferentes beneficios. Por ejemplo, puede ser la recepción de los primeros tokens emitidos por el proyecto, el acceso a tokens a valor preferencial, o la capacidad de tomar decisiones sobre los proyectos (gobernanza).
El objetivo de esta membresía no es solamente ofrecer opciones de inversión, sino también sistemas de rendimientos y uso que permitan a los inversores administrar su capital de forma eficiente, con múltiples objetivos y perfiles de riesgo.
La oportunidad es clara. Mientras el sistema financiero tradicional está creciendo al borde de una crisis de crédito, con alta inflación, hoy bitcoin vale USD 29.000… hace cuatro años valía USD 7.000 y cuatro años antes valía USD 250. Sin crisis de crédito, sin inflación y con las puertas abiertas a cualquier persona del mundo.
No es cuestión si comenzarás a invertir en cripto o no. Es cuestión de qué oportunidades dejarás pasar hasta que lo hagas.
Te dejo un saludo.
Iñaki Apezteguía
Para El Inversor Diario
Iñaki es un inversor y educador argentino con una especialización en tecnologías emergentes de la Universidad de Oxford. Pasó más de una década asesorando empresas en cuanto a la innovación de sus productos. Y desde hace cuatro años, Iñaki se ha dedicado de lleno al mundo de la tecnología blockchain, la misma que respalda a la mayoría de las criptomonedas del mercado.
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