La argentina parece repetir la historia de la hiperinflación de 1989. ¿Será que terminaremos en una nueva hiper en 2023? Analizamos similitudes y diferencias de lo que podría pasar durante los próximos meses.
La mayoría de los votantes argentinos en la actual elección presidencial de 2023 no existía en 1989. Yo existía, tenía unos 12 años, y tengo algunos vagos recuerdos del impacto de la hiper en mi vida. El dinero que no alcanzaba, nerviosismo en casa, y billetes de diferentes colores cada día para comprar alguna golosina en el colegio.
Pero aquellos más grandes que la vivieron en edad laboral, no se la olvidan. Y no la quisieran volver a pasar.
Como país tendríamos que haber aprendido de esta experiencia traumática pero lo que está pasando en la actualidad nos indica que no, que todo lo contrario. No aprendimos nada y estamos cometiendo los mismos errores.
Errores, que eventualmente nos podrían dejar en el mismo lugar que en mayo de 1989, en una nueva hiperinflación.
En 1956, Phillip D. Cagan, profesor de economía en la Universidad de Columbia y un estudioso de tópicos inflacionarios, definió a la “hiperinflación” como el episodio en el cual la inflación mensual es superior al 50%. Finaliza cuando esa tasa cae por debajo del 50% por al menos un año seguido.
En abril de 1989 la inflación mensual fue del 33%. En mayo de ese mismo año la inflación mensual salto al 78%, mes en que oficialmente la inflación se transformó en hiper.
A continuación te quiero compartir algunos cuadros del economista Fernando Marull que muestran cómo se fue dando la situación en 1989.
Primero recordemos que en mayo de 1989 gana Carlos Menem con el 48% de los votos. Tres meses después, en julio de 1989 finalmente asume la presidencia Menem.
Miremos en primer lugar como evoluciono el tipo de cambio en el cuadro que está a la izquierda. El dólar oficial estuvo congelado de septiembre de 1988 a febrero de 1989. Tuvo un salto modesto en marzo y abril de 1989. Pero luego durante mayo y junio se disparó. Este salto en el tipo de cambio provocó el fogonazo hiperinflacionario de mayo y junio de ese mismo año.
Cuando asumió Menem congeló el tipo de cambio en 655 nuevamente, pero eso solo duró cinco meses. En diciembre de 1989 el tipo de cambio se disparó nuevamente, un 300%, y volvió la hiper, esta vez la hiper de Menem. La anterior había sido la hiper de Alfonsín.
La situación del tipo de cambio hoy parece ser un revival de lo que pasó en 1989. El ministro de economía y candidato Sergio Massa decide congelar el tipo de cambio a 350 pesos el lunes 14 de agosto, luego de las elecciones primarias. Apuesta a mantener el dólar en ese valor hasta noviembre, preferentemente hasta después del balotaje si le toca a Massa participar.
El diario Página 12 decía lo siguiente el pasado 23 de Agosto:
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Como ves, Massa aplica la misma estrategia que Alfonsín intento implementar en 1988 y que Menem quiso implementar a inicios de 1989. En esa oportunidad no funcionó, ¿te parece que esta vez va a funcionar?
Parece complicado que funcione…
Está todo dado para que el dólar suba fuertísimo después de las elecciones del 22 de Octubre, si Massa pierde, o del 19 de noviembre, si Massa pasa al balotaje.
¿Cuánto podría subir?
Bueno, depende, pero si queremos dejar el precio del dólar oficial al mismo nivel que el dólar libre, el precio del dólar en pesos se tendría que duplicar.
Y si esto ocurre, sin lugar a dudas la Argentina estaría nuevamente, 34 años después, en las puertas de una nueva hiperinflación.
El siguiente cuadro es bastante elocuente de lo que podría pasar.
En rojo podes observar el índice de inflación mensual en 2023. Y en celeste podes observar el índice de inflación mensual de 1989. Mientras que en junio y julio de 2023 la inflación estuvo en el 6%, se espera que luego de la devaluación posterior a las PASO, el índice salte a alrededor del 15% durante el mes de agosto de 2023.
Bastante similar a lo que pasó en marzo de 1989.
Y supongamos que Massa se las arregle para mantener el tipo de cambio congelado hasta el 22 de octubre. ¿Qué pasará con el tipo de cambio el 23 de octubre si Massa pierde?
Y si la devaluación del lunes posterior a las PASO fue del 22%, ¿de cuánto será la devaluación del lunes posterior a las elecciones generales?
Menos no creo, ¿no…?
Por lo tanto, la inflación del mes de octubre de este año, pero más que nada, la inflación del mes de noviembre y diciembre pueden estar acercándose peligrosamente al umbral del 50% mensual para oficialmente poder decir que la argentina está en hiperinflación.
¿Qué es lo que finalmente determinará si Argentina vuelve o no a la hiper?
Bueno, sin lugar a dudas dependerá de lo que haga el gobierno con las principales variables económicas como la emisión y el gasto público, pero, a esta altura, te diría que lo más determinante es lo que pase con las expectativas de los tenedores de pesos, es decir, con las expectativas de los argentinos.
Si los argentinos siguen perdiendo su confianza en su moneda, la demanda de dinero va a seguir bajando como estuvo pasando durante los últimos meses.
¿Qué quiere decir que la demanda de dinero baje?
Que la demanda de dinero baje quiere decir que los argentinos no se quieren quedar con los pesos. Que cuando tienen pesos los canjean por bienes y servicios inmediatamente o compran dólares, por ejemplo.
Como cualquier precio de la economía, el precio de un bien, el peso en este caso, es fruto de la interacción de la oferta y la demanda de ese bien.
Sabemos que la oferta de ese bien es cada día más alta, porque el gobierno imprime pesos para pagar el enorme gasto público.
Y si la demanda de pesos sigue bajando, el precio del peso se tiene que ir al subsuelo, que en economía implica que la inflación se va a la estratosfera.
Esto ya está pasando hoy como podes ver en el siguiente cuadro:
La demanda de pesos es la línea celeste del cuadro y mira como viene cayendo fuerte desde el año pasado. Hoy la base monetaria, esto es todos los pesos en circulación, no es más que el 15% del PBI, cuando unos años atrás estaba en torno al 80% del PBI. Y al mismo tiempo que pasó esto la inflación se disparó.
El “ruido político” es lo que asusta a los argentinos, que deciden, por ejemplo, sacar sus pesos de los bancos y canjearlos por dólares o productos al precio que sea.
Ese ruido político puede venir por el lado del resultado de las elecciones o como consecuencia del incremento de los saqueos en las calles, por una crisis interna en el oficialismo, o por lo que sea que cause más temor o desconfianza.
Si un hecho político genera más desconfianza, la demanda cae y la hiper está más cerca,
Desde hace meses desde Inversor Global te estamos alertando de este tema. Y desde hace meses te estamos diciendo que la mejor forma de protegerte de este escenario es saliendo de los pesos, yéndose a dólares, por ejemplo Obligaciones Negociables en dólares, o a las acciones argentinas, para poder pasar esta crisis con el menor prejuicio posible.
A medida que se acerca la fecha de la “explosión” queda menos tiempo. Estamos en la cuenta regresiva. Todavía hay formas de protegernos. No tardes.
Porque si la Argentina se las arregla para evitar milagrosamente la hiper, no podrá evitar una inflación cada vez más alta y un peso cada vez más débil.
Por lo menos hasta que asuma un nuevo gobierno e implemente un plan totalmente diferente. Que en sus etapas iniciales no va a poder detener esta peligrosa dinámica.
Mientras, a ajustarse los cinturones y a pasar las turbulencias lo más protegido posible.
Con esto cerramos la edición de hoy de El Inversor Diario, les deseo un excelente fin de semana, y nos encontramos el lunes nuevamente.