Las acciones siguen volando, los múltiplos se disparan y el dinero fluye hacia apuestas cada vez más riesgosas. Desde el auge de las cripto hasta el boom de las empresas sin ingresos, el mercado muestra señales de euforia extrema. ¿Qué significa esto para tu cartera? Hora de ser selectivos y proteger el capital acumulado.
Por Alexander Green
En una charla privada con miembros del Oxford Club este miércoles, planteé con claridad que el mercado está mostrando más que un poco de espuma, y que los miembros deberían hacer que sus carteras sean más conservadoras.
¿En qué se nota que el mercado está “frothy”? Permitime enumerarlo claramente:
- Las acciones han superado a los bonos por más del 5% anual en la última década. Conscientes de ese antecedente, los inversores—y especialmente los novatos—empiezan a creer que esto será siempre así.
- Las 10 principales empresas del S&P 500 cotizan hoy a 30 veces sus ganancias proyectadas para los próximos 12 meses. Eso no solo es aproximadamente el doble del promedio histórico. Es más alto incluso que las 25 veces que alcanzaron las 10 principales acciones en el pico de la burbuja puntocom.
- Los inversores justifican esta valoración diciendo que “esta vez es diferente”, otra señal de que podríamos estar en un techo de mercado. Hace 25 años se decía que “Internet lo cambia todo”. Hoy se dice que “la IA lo cambia todo”. Ambas afirmaciones son ciertas. Pero eso no justifica perder toda cautela o pagar precios irracionales.
- La Reserva Federal mantiene una postura dovish. A los inversores se les repite que “no hay que pelear contra la Fed”. Tasas de interés bajas son buenas para las empresas y los consumidores. Jerome Powell y compañía bajaron las tasas tres veces el año pasado y el mercado anticipa al menos dos recortes más este año. Una Fed acomodaticia alimenta el sentimiento alcista.
- También ha habido un auge en las operaciones de alto riesgo. Hay demasiados inversores apostando por empresas diminutas sin siquiera ventas, y mucho menos ganancias. Y no son solo minoristas. Incluso instituciones están operando acciones meme, monedas meme y toda clase de cripto de alto riesgo (una redundancia, si me preguntan).
Este último punto puede ser el indicador más fuerte de que estamos cerca de un techo de corto plazo.
Permítanme citar un artículo reciente del Wall Street Journal titulado “La estrategia de negocios más caliente del verano es comprar cripto”:
“Las empresas están recaudando decenas de miles de millones de dólares, no para invertir en sus negocios o contratar empleados, sino para comprar bitcoin y otras criptomonedas menos conocidas. Una operadora hotelera japonesa, un fabricante de semiconductores francés, una juguetera de Florida, una cadena de salones de uñas, una empresa de bicicletas eléctricas… todos están inyectando efectivo en tokens, lo que ha llevado a diversas criptomonedas a niveles récord. Basta con que una empresa anuncie que comprará cripto para que sus acciones se disparen, lo que empuja a otras a sumarse a la fiebre.
“Desde el 1 de junio, 98 compañías han anunciado planes para recaudar más de US$ 43.000 millones para comprar bitcoin y otras criptomonedas, según Architect Partners, una firma asesora especializada en cripto. Desde principios de año, la cifra asciende a casi US$ 86.000 millones. Eso es más del doble de lo recaudado en ofertas públicas iniciales (IPO) en Estados Unidos en 2025, según Dealogic.
“Muchas de estas empresas valen en bolsa mucho más que el valor de las criptomonedas que poseen, como si los inversores estuvieran dispuestos a pagar US$ 2 por un billete de US$ 1.
“Y eso no ha frenado a grandes nombres del sector financiero. Fondos como Capital Group, el hedge fund D1 Capital Partners y el banco de inversión Cantor Fitzgerald están entre los que han respaldado estas operaciones para levantar sumas enormes destinadas a comprar criptomonedas.”
Déjenme detenerme para decir lo obvio: esto no es normal.
Muchos de estos individuos, en apariencia sobrios, se despertarán en un futuro no muy lejano preguntándose: “¿En qué demonios estaba pensando?”
El miedo a quedarse afuera—FOMO—puede afectar tanto a gestores profesionales como a inversores minoristas.
Y quizás incluso más. Cuando los clientes repiten una y otra vez: “¿Por qué no tenés acciones de Súper-Caliente, S.A. o Flaming Coin? ¡Están yendo a la luna!”, la presión para subirse antes de que retiren los fondos se vuelve enorme.
De hecho, las cripto son la inversión ideal para los hedge funds.
Pensemos en esto… a los hedge funds se les exige lograr rendimientos elevados no correlacionados con el mercado en general.
(Dejemos de lado por un momento que desde Bitcoin hasta Dogecoin están fuertemente correlacionadas con el Nasdaq.)
Los gestores de hedge funds tienen vía libre para entrar. Y no olvidemos que cobran “2 y 20”: una comisión de gestión del 2% anual y el 20% de las ganancias. Un robo legalizado en la mayoría de los casos, pero hay quienes solo aprenden por las malas.
Si el cripto sube con fuerza, el gestor parece un genio y cobra como tal.
Y si colapsa… bueno, hizo millones en la subida. Y los millones que se pierden en el bajón son de los clientes, no suyos.
Como dije, es la inversión ideal para los hedge funds. Hasta que la música se detiene.
Sin embargo, no se trata solo de cripto. Las acciones de crecimiento—especialmente aquellas sin ganancias—también están subiendo con fuerza.
Sumemos todo: fuerte rendimiento de las acciones, valuaciones altísimas, política monetaria laxa, sentimiento eufórico y FOMO. El caso para decir que el mercado está adelantado a sí mismo es sólido.
¿Entonces, cómo deberías hacer más conservadora tu cartera? ¿Pasándote a efectivo?
En absoluto. El lunes explicaré por qué no es la solución—y qué sí deberías hacer.
Alex Green
Para Zoom de Mercado