0:30 | Una decisión difícil de explicar
Hace unas semanas atrás, la Agencia Internacional de Energía (AIE) había señalado que la demanda de petróleo iba a caer a su ritmo más rápido desde el año 2008.
Unos días después fue la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) la que estimó a la baja la demanda del crudo para este año.
Por este motivo, los inversores mostraban una especial atención a la reunión de la OPEP y sus aliados que se llevó a cabo en Viena este mismo día. Mientras que Arabia Saudita impulsaba un recorte de la producción de 1,5 millones de barriles diarios, un jugador no estaba dispuesto a avalar esa movida.
Finalmente, Rusia no dio lugar a ese pre acuerdo de muchos de los países miembros y la reunión concluyó sin “quorum” sobre el nivel de oferta.
Así, la consecuencia fue lógica: derrumbe del petróleo de más de 8%.
El WTI cayó por debajo de los USD 42 y nada parece detenerlo. Con el pánico de los inversores y el impacto del coronavirus en las expectativas económicas, la caída parece no tener piso.
Ahora, la pregunta lógica es por qué Rusia decidió mantener la cuota de producción en lugar de defender el precio. ¿Habrá sido por algo político, económico o ambos?
1:20 | Sangre petrolera
El primer efecto negativo de la decisión de la OPEP tuvo que ver, lógicamente, con el impacto en las acciones petroleras. Durante toda la semana, el sector vino cayendo al unísono, sin considerar fundamentos entre los distintos jugadores de la industria.
Las pérdidas han sido extremas y, en muchos casos, las cotizaciones han vuelto a niveles no antes vistos de hace 15 años atrás.
¿Acaso estamos frente a una oportunidad?
Técnicamente hablando, los papeles han quedado extremadamente golpeados. Por lo que puntos de inflexión con aceleración del volumen es lo que tenemos que ver para lograr tener un punto de entrada con mayor margen de seguridad.
2:45 | El empleo ayudó, pero…
Una de los datos macro que ayudó a matizar en parte la caída del mercado fue el relacionado con la expansión de empleo no rural en Estados Unidos.
La economía anotó una sorprendente creación de 273.000 puestos laborales superando con creces los 165.000 empleos esperados por el mercado. Además, la tasa de desempleo volvió a un mínimo de 50 años en el 3,5%.
Si bien se trata de un dato extremadamente robusto, los analistas coinciden es que lo mejor ha quedado atrás. Es inevitable que la economía estadounidense se ralentice producto de los temores por el coronavirus.
Así, veremos meses más desafiantes por delante, lo que afectará a ventas y ganancias corporativas. En este sentido, las cotizaciones actuales ya están reflejando ese escenario más incierto.
3:30 | Récord histórico
Si había algo impensado hace 15 años atrás era que Estados Unidos, principal economía del mundo, se iba a encaminar a un escenario de tasa de interés 0% o negativa en términos nominales.
Eso está cerca de ser una realidad.
Los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años de plazo alcanzaron un rendimiento mínimo de 0,66% en el día de hoy, el menor nivel de la historia. Esto es consecuencia del accionar de la FED más la demanda estimulada por el pánico por parte de los inversores.
Lógicamente se entiende la reacción del inversor promedio que ante la elevada incertidumbre va en busca de la mayor seguridad, de acuerdo a lo que marca la historia.
Sin embargo, desde una perspectiva más de largo plazo, parecería no tener ningún sentido invertir en un bono al 0,66% anual cuando el nivel de inflación objetivo de la Fed es del 2%. |