La pandemia demostró que el trabajo remoto es posible e inclusive más eficiente en muchos sectores que hasta ese momento se aferraban a la presencialidad. A partir de ese momento, la forma en la que trabajamos comenzó a transformarse. La próxima revolución laboral se está gestando en la blockchain.
La generación de tus padres, de tus abuelos, tenían una meta: conseguir un buen empleo, en el que pudieran trabajar hasta jubilarse.
Pero eso cambió hace ya algunos años. Los trabajadores pasan dos o tres años en su puesto -a veces incluso menos tiempo- y cambian rápidamente por otro, en el que le ofrecen mejores condiciones o un plan de carrera más atractivo.
También cambió la forma de buscar trabajo, y el viejo historial laboral que se entregaba impreso en cada empresa, fue reemplazado por currículums vitae cargados en plataformas de búsqueda de empleo.
Y sigue evolucionando, gracias a la tecnología. El historial laboral está pasando de registros subjetivos, en los que el profesional vuelca información sobre los puestos que ocupó y su propia evaluación de logros, a registros inalterables, con calificaciones y experiencia verificable.
Las plataformas de empleo tradicionales se convirtieron en intermediarios ineficientes y caros. Pero las blockchain también ofrecen soluciones a ese problema y las están reemplazando por software y mercados líquidos, gobernados por algoritmos.
Bitcoin y Ethereum, Compound y Filecoin, son los primeros primeros ejemplos de la utilidad de las redes descentralizadas en las que los usuarios colaboran para crearla, ofrecer y pagar servicios, y tienen el control de su desarrollo
Estos proyectos surgieron porque el antiguo sistema centralizado ya no era confiable y no satisfacía las necesidades de la población ni de un mercado global que cambia rápidamente.
Y fueron la base para el desarrollo de nuevas aplicaciones descentralizadas. Muchas de ellas revolucionarán no sólo nuestro vínculo con el dinero, también la forma en la que trabajamos.
Las empresas son conscientes de que su talento, las personas que crean los productos, controlan los procesos y visualizan los avances que cambiarán el mundo, es su activo más importante.
Pero, salvo excepciones, casi nunca dejan que el talento elija cómo trabajar. Están encorsetadas en viejas estructuras centralizadas y verticales, en las que, cuando el negocio va bien, se benefician los accionistas. Y cuando las circunstancias son difíciles, es el trabajador el que sufre.
Pero la pandemia vino a poner al mundo patas arriba. Y los trabajadores probaron los beneficios de trabajar desde casa.
El valor que le dan a su tiempo cambió por completo. Muchos se rehúsan a perder horas viajando hasta la oficina, o a perderse los almuerzos en familia.
Y las empresas que no se adaptaron a estas nuevas demandas, comienzan a sufrir las consecuencias.
Fuente: La Vanguardia / 07-02-23
La pandemia demostró que el trabajo remoto es posible a gran escala y, en muchos sentidos, más eficiente.
Los trabajadores se están alejando cada vez más de los arreglos laborales tradicionales, para convertirse en sus propios nodos en redes independientes en expansión, un fenómeno global descrito como “La gran renuncia”.
Esa tendencia ya estaba clara antes de 2020, pero se aceleró por la pandemia, que vio al 36 % de la fuerza laboral estadounidense trabajando como autónomos, un aumento significativo con respecto al 28 % del año anterior.
Fuente: Bloomberg/ 23-07-22
Algo similar a lo que pasa con las empresas sucede en las redes de talento. A pesar de saber que las personas talentosas son su principal producto y recurso más valioso, no las tratan como tales.
DoorDash permitió a los usuarios dar propina a los conductores, pero luego retuvo un porcentaje como ganancia.
Ya sea que un concierto pague USD5 o USD100, Fiverr requiere que sus empleados paguen el 20% de comisión, independientemente del valor del concierto.
Upwork cobra a los usuarios la misma cantidad por todas las tareas que ganan.
USD 500 o menos, y se reduce el monto por aquellas que ganan más dinero. Estas redes toman, injustamente, más dinero de sus usuarios que ganan menos.
En el otro extremo del espectro de la red de talentos, las principales empresas de consultoría (como Accenture o PwC), almacenan los mejores talentos antes de imponer sus reglas.
Para las redes de talentos, esto crea la oportunidad de construir algo novedoso: una red autónoma y descentralizada, diseñada para servir a los intereses de sus usuarios. Los incentivos alineados ayudan a maximizar tanto la eficiencia del capital como la flexibilidad para los usuarios (talentos) y los clientes (empresas), lo que permite:
● Especialización y flexibilidad: estos sistemas no están limitados por un incentivo de maximización de ganancias que les obliga a buscar la mayor base de clientes posible. Esto les permite intercambiar un enfoque único para soluciones especializadas que satisfagan las necesidades de sus usuarios de la manera más efectiva. El talento puede seleccionar y elegir proyectos, y las empresas clientes pueden escalar rápidamente su fuerza laboral junto con la demanda del mercado.
● Mercados autónomos: los operadores de las plataformas tradicionales aprovechan sus características para extraer un valor desproporcionado de sus usuarios. La tecnología requerida para construir y administrar los mercados laborales ahora es omnipresente y se puede ejecutar fácilmente a una fracción del valor que las plataformas dominantes de hoy toman de sus usuarios, lo que permite que ese valor desproporcionado se devuelva al talento que impulsa la red.
● Propiedad y gobernanza de la comunidad: todos son propietarios, y no solo son dueños de una parte de los beneficios del valor que producen, sino también de sus historias de trabajo, reputaciones y datos. Esto está en marcado contraste con los modelos extractivos, que a menudo monetizan esa información crítica a expensas de sus propios usuarios.
● Sistemas sin permisos: el control efectivo de una red por parte de sus usuarios requiere el mismo acceso para todos a la información que impulsa las decisiones de la red. Los sistemas sin permisos garantizan una transparencia total al crear un acceso fácil e igualitario a los datos, a menudo a través de un registro digital inmutable almacenado en una cadena de bloques pública.
● Capital eficiente: la transparencia permite que la nueva información se refleje rápidamente en los sistemas, lo que permite un conocimiento preciso de los precios y costos de transacción bajos.
● Incentivos alineados: las redes descentralizadas reducen significativamente los gastos generales, lo que permite que las empresas cobren tarifas bajas o nulas al talento, al tiempo que brindan a las empresas clientes un ahorro promedio de 50-75%. La red sirve a sus usuarios porque los usuarios la controlan y están motivados para hacerla crecer la red porque retienen el valor que crean.
Veamos algunos ejemplos de redes de talento descentralizadas:
Braintrust
Braintrust es la primera red de talentos descentralizada que conecta a trabajadores autónomos, técnicos altamente calificados, con las marcas más reputadas del mundo, como Nestlé, Porsche, Atlassian, Goldman Sachs y Nike. Gracias su innovador modelo de negocios, los empleados pueden quedarse con el 100 % de sus ganancias.
Y las corporaciones pueden armar rápidamente equipos competentes, que sean flexibles, a una fracción del precio que les cobran las agencias de empleo estándar.
Un token de blockchain es lo único que puede habilitar este modelo de negocio innovador, que restringe la extracción de tarifas y promueve la propiedad comunitaria.
La propiedad y el gobierno en Braintrust Network están representados por el token BTRST, que se utiliza para recompensar a la comunidad por construir la red descentralizada, invitar y examinar talentos, y recomendar clientes.
Talent Network
Talent Network es una red social descentralizada que brinda varios servicios con tecnología blockchain.
Talent Network Team lanzará tres servicios principales, T-Chat, T-Works y T-Connect. Con su red, planea expandir sus límites y hacer alianzas para brindar más servicios que satisfagan las necesidades de los usuarios.
En esta plataforma, los usuarios de los servicios y proveedores de contenido son recompensados con tokens por sus actividades en ella.
Talent Network Token (TNT) es su token y está basado en ERC-20. Actualmente, utiliza la red de Ethereum, pero se está preparando para utilizar múltiples blockchains a través de futuras actualizaciones.
Works
Works es una plataforma de talentos Web 3.0 descentralizada, para desarrolladores y diseñadores que trabajen en forma remota en todo el mundo. Ofrece lo mejor de ambos mundos: clientes y talento. Con un tiempo de respuesta de menos de 48 horas, las empresas pueden conectarse con el 1% de los mejores talentos, previamente examinados, para demandar sus servicios.
En su plataforma se utiliza Inteligencia Artificial y Aprendizaje Automático para unir talentos tecnológicos remotos con clientes, y superar las barreras lingüísticas entre diferentes países.
Su token WORKS permite acceder a membresías premium y canjear conexiones como recursos profesionales gratuitos y otros beneficios comunitarios exclusivos.
El holder de WORKS, el que conserva el token, tiene acceso a participar de la distribución del 25% de la ganancia mensual neta de la plataforma, siempre y cuando hayan contribuido al crecimiento de la red.
Estamos ante un cambio de paradigma desde el advenimiento de la pandemia y la descentralización podría optimizar las relaciones laborales, haciendo a los talentos profesionales participar activamente en la construcción de relaciones, comunidades y obteniendo una justa distribución de beneficios.
Hasta la próxima
Iñaki Apezteguia
Para El Inversor Diario
Iñaki es un inversor y educador argentino con una especialización en tecnologías emergentes de la Universidad de Oxford. Pasó más de una década asesorando empresas en cuanto a la innovación de sus productos. Y desde hace cuatro años, Iñaki se ha dedicado de lleno al mundo de la tecnología blockchain, la misma que respalda a la mayoría de las criptomonedas del mercado.
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