A la hora de analizar cómo se calcula el dólar hay que entender el concepto de tasa o tipo de cambio que se da entre dos divisas. Es decir, la relación de proporción que existe entre el valor de una y la otra. Dicha tasa se convierte en un indicador determinante que expresa cuántas unidades de una divisa se necesitan para obtener una unidad de la otra.
Por ejemplo, si la tasa de cambio entre el peso argentino y el dólar estadounidense /USD fuera de 0.0018, como en la actualidad ello significa que el dólar equivale a 56 pesos.
El origen del sistema de tipos de cambio proviene de la existencia del comercio internacional cuando entre distintos países que poseen diferentes monedas se intercambian una serie de productos.
Las personas y empresas que quieren comprar monedas extranjeras deben acudir al mercado de divisas. Al Forex. En este se determina el precio de cada una de las monedas expresada en la moneda nacional. A este precio se le denomina tipo de cambio.
La determinación del tipo de cambio se supedita a un conjunto de reglas que guardan relación con el comportamiento del Banco Central en el mercado de divisas. Se identifican dos sistemas opuestos de tasas de cambio:
– Tipo de cambio fijo: es determinado rígidamente por el Banco central.
– Tipo de cambio flexible: se determina en un mercado libre, por el juego de la oferta y la demanda de divisas. En las economías con tipo de cambio flexible, los desequilibrios de la balanza de pagos se corrigen automáticamente por depreciación o apreciación del tipo de cambios. Sin intervención del Estado.
¿Como sacar el porcentaje del dólar?
La determinación del tipo de cambio se realiza a través del mercado de divisas. El tipo de cambio como precio de una moneda se establece, como en cualquier otro mercado, por el encuentro de la oferta y la demanda de divisas. La ecuación se da dividiendo el valor del peso sobre el dólar. En la actualidad, ese número es, como dijimos: 0,0018.
Dólar y Argentina
El valor de la moneda estadounidense integra la información básica que comunican los medios argentinos, está en la boca de todos y es uno de los principales factores a la hora de establecer, por ejemplo, los precios al consumidor.
Esta situación no fue siempre así. En 1930, por caso, hubo un debate público sobre el valor real que debía tener el peso, pero ahí el dólar no aparecía aún como una moneda destacada en relación con otras divisas. La discusión sobre el mercado cambiario seguía siendo una discusión de expertos. Se limitaba a las elites.
Si hacemos un rastreo histórico de los inicios de esta influencia, tanto en la económica real, como en la opinión pública y los mercados hay que remontarse a la primera presidencia de Juan Domingo Perón. No es que ahí haya explotado el fenómeno tal como se lo conoce hoy, pero sí se dio el germen: la inflación.
En 1949 se produce la devaluación de esa moneda y la gente deja de creer en ella. Ahí se empieza a hablar de dólar y, como había inflación, comienza a subir su cotización”, señala algunos historiadores.
Si se avanza un poco más en el tiempo, es posible situarse en la antesala de la popularización del dólar en el gobierno de Arturo Frondizi. La década se transformará en clave para los sesenta. El dólar empieza a estar en boca de todos.
No obstante, habría que esperar hasta una década más para que la divisa norteamericana se arraigue al imaginario argentino con la devaluación del ´75, el llamado Rodrigazo, y con la reforma financiera de 1977. El recuerdo traumático de haber perdido ahorros o propiedades es una de las razones de la popularización del dólar, pero no la única.
Los historiadores económicos sostienen que “desde 1983 hasta la actualidad, casi todas las elecciones presidenciales tuvieron al mercado cambiario como protagonista, algo que nos lleva a concluir que el mercado cambiario es una de las grandes instituciones políticas de la Argentina”. De ahí, una explicación al fenómeno que se vivió tras las últimas elecciones. En la Argentina, la gente piensa en verde.
Un párrafo aparte: La convertibilidad.
Según algunos historiadores, la Convertibilidad fue el intento de legalizar la popularización del dólar y un reconocimiento de parte del Estado de que esa moneda tenía un rol central en la vida de los argentinos.
En Wikipedia se lee: La Ley de Convertibilidad del Austral, Ley 23.928, decretada el 27 de marzo de 1991 por el Congreso de la República Argentina, durante el gobierno de Carlos Menem, bajo la iniciativa del entonces Ministro de Economía Domingo Cavallo, estuvo vigente durante casi 11 años hasta su derogación el 6 de enero de 2002.
“Establecía a partir del 1 de abril de 1991 una relación cambiaria fija entre la moneda nacional y la estadounidense, a razón de 1 dólar estadounidense por cada 10.000 australes o posteriormente un Peso convertible. Exigía la existencia de respaldo en reservas de la moneda circulante, por lo que se restringía la emisión monetaria al aumento del Tesoro Nacional. El período en que duró la ley de convertibilidad se llamó popularmente “el uno a uno”, en clara referencia a la igualdad del peso frente al dólar estadounidense”.
El dólar hoy
Como salir de este laberinto de ciclos que se repiten entre devaluación e incertidumbres es la pregunta. Algunos proponen la dolarización, algo que han hecho otros países latinoamericanos, como Panamá y Ecuador, pero otros sostienen que eso sería un desastre.
Dolarizar no significa poner fin al desequilibrio fiscal crónico, algo así como el padre de todos los males de la económica argentina. La cuestión, insisten, es generar confianza y tranquilidad a partir de la moneda local. “Algunas de las cosas que se podrían hacer sería luchar contra la economía en negro, desarrollar un mercado financiero más extendido y desarrollar una política vinculada a la protección social”, remarcan.
En el mientras tanto, Argentina vive nuevamente una crisis cambiaria, con un dólar que baja y sube pero en el orden de los 60 pesos.