Antes de arrancar con la columna de hoy quiero hacerte unas breves aclaraciones acerca de la estrategia con opciones que te presenté la semana pasada.
Por si no llegaste a leer mi última nota, te cuento que hablé sobre el straddle, también conocido en español como el ‘cono comprado’. El straddle es una estrategia con opciones simple que consiste en comprar calls y puts de una acción que cuyo precio creemos que tendrá un movimiento fuerte en poco tiempo, ya sea hacia arriba o hacia abajo. La ganancia de esta operación se obtiene con la volatilidad. Esto es: ganás con el despegue o con el desplome de la acción, con la apreciación del call o del put por sobre los precios de compra de ambas opciones.
Quiero aclararte que esta estrategia con opciones conlleva un alto riesgo. Si bien sus ganancias potenciales son abundantes, hay chances de que pierdas todo el capital invertido en esta operación si la volatilidad finalmente no se presenta. Solo si tenés un perfil de riesgo agresivo, te diría que le dediques una pequeña porción de tu capital. En cambio, si sos más bien conservador, te aconsejaría que no la llevaras a cabo.
El straddle se plantea ante escenarios futuros binarios. Como te expliqué la semana pasada, es importante que operes acciones históricamente volátiles para aumentar las chances de éxito de esta estrategia. Si la llevás a cabo en períodos en los que la acción prácticamente no se mueve, las probabilidades de ganar con esta estrategia son mayores.
También podés aplicarla días antes de la presentación de balances, ya que la difusión de resultados muy distintos a los esperados puede elevar o tumbar las acciones y consecuentemente afectar los precios de sus opciones de compra o venta.
De la misma manera, el straddle se puede plantear en la víspera de la resolución de un tema muy trascendental para el futuro económico sectorial, local o global.
Te doy dos ejemplos históricos para ilustrar la utilidad de esta estrategia.
El 16 de junio de 2014 la Corte de Justicia de los Estados Unidos tenía que decidir si aceptaba la apelación del Gobierno argentino sobre la orden del Juez Griesa, que obligaba a pagar a los holdouts el 100% de la deuda defaulteada más los intereses capitalizados. Con el rechazo de la Corte, la Bolsa tuvo un lunes negro con una caída del 10%. La acción de Grupo Financiero Galicia se desplomó un 11%, y sus puts se dispararon arriba del 100%.
En el caso contrario, cuando la fórmula de Cambiemos se impuso en las elecciones generales de 2015, los calls de Galicia tuvieron un vuelo estratosférico, y en pocos días sus precios subieron un 300%.
Todo puede pasar
A menos de una semana de votar, el resultado de las PASO presidenciales está más abierto que nunca.
Casi todas las encuestas dan por ganador a Alberto Fernández por una diferencia que llega a los siete puntos. Solo dos relevamientos ubican al oficialismo al frente por un estrecho margen. Si promediamos los resultados de las encuestas, obtenemos que la fórmula de los Fernández tiene una ventaja de solo tres puntos sobre Macri-Pichetto. Pero dada la dispersión de los resultados y la imprecisión histórica de las encuestadoras, todo puede pasar.
Desde que se conocieron las fórmulas presidenciales, el mercado operó con cierto optimismo, esperando la reelección de un gobierno market friendly de Cambiemos. Las acciones y los bonos subieron y el Riesgo País cayó. El dólar se movió en “V”: primero fue hacia abajo hasta los $43 y luego retornó a $45-$46, valores en los que estaba a principios de junio.
Las PASO no definen quién gobernará la Argentina en los próximos cuatro años, pero pueden marcar un rumbo. Sabemos que el mercado buscará descontarlo con el correr de los días. Si el Frente de Todos llegara a ganar por un margen mayor a cinco puntos, podríamos tener un lunes 12 negro para los papeles argentinos. En la vereda opuesta, una eventual victoria oficialista podría disparar los precios de la renta variable. También podría suceder que justo ocurra algo que el mercado esperaba —una victoria estrecha de Alberto Fernández sobre Mauricio Macri— y que no haya una gran repercusión en los precios de las acciones.
La incertidumbre acerca de los resultados de las PASO ocurre en simultáneo a la corrección de precios en Wall Street, luego de que se reavivara el conflicto comercial con China y de que la FED se mostrara reacia a continuar bajando las tasas.
Desde mi perspectiva, un futuro donde todo puede pasar invita a que cuidemos el capital, reduzcamos nuestra exposición al riesgo argentino y tomemos posiciones de cobertura, ya sea liquidando las operaciones que creamos convenientes o aplicando stop orders. También podés cubrirte comprando opciones put con precios de ejercicio muy por debajo del precio de mercado (put out of the money): así el costo de la prima es muy bajo y el beneficio potencial de la opción es muy alto en caso de que se vengan abajo las acciones.
Los más sofisticados pueden aplicar la estrategia collar, para limitar las ganancias las operaciones. Teniendo las acciones en cartera, esta estrategia se complementa con la venta de calls a un precio de ejercicio mayor al de mercado, y la compra de puts a un precio de ejercicio menor al de mercado. De esta manera, si la acción se dispara, nos ejercen las opciones que lanzamos y obtenemos un ingreso incluso mayor al precio de la acción al momento de la venta de los calls. En cambio, si la acción se desploma, ejercemos los puts para vender las acciones a un valor mucho mayor que el de mercado.
Aclaremos la estrategia con un ejemplo. Supongamos que comprábamos en mayo acciones del Grupo Financiero Galicia a $110. Los siguientes movimientos del mercado hicieron que GGAL subiera hasta los $158. Hoy tendríamos una ganancia del 42,64%. Si queremos cubrirnos de un escenario binario y asegurar las ganancias de esta operación, podríamos vender calls con vencimiento en agosto y precio de ejercicio $170 y comprar puts a la misma fecha de caducidad y precio de ejercicio de $150. Por cada call cobraríamos $4,60, mientras que cada put nos costaría $4,50. Si el 12 de agosto GGAL abriera a $140, ejerceríamos nuestros puts y cobraríamos $150 por cada acción, lo que nos dejaría una ganancia del 36,36%. En cambio, si el día posterior a las PASO GGAL escalase hasta los $180, nos ejercerían los calls que lanzamos y nos comprarían las acciones a $170, lo que nos dejaría una ganancia del 54,55%. Y por último, si GGAL no sufriere grandes movimientos después de los comicios, conservaríamos las acciones y sus buenas ganancias, y prácticamente no tendríamos gastos extra por las operaciones hechas con opciones para cubrirnos.
Simples y sofisticadas, las estrategias de cobertura se vuelvan necesarias ante un futuro tan abierto e incierto. Si querés dormir tranquilo, te invito a que las lleves a cabo.
Hasta la semana que viene.
Bruno Perinelli
Bruno Perinelli es licenciado en Economía (UBA) y tiene un posgrado de especialización en mercado de capitales. Con 12 años de experiencia operando acciones, monedas, commodities, bonos y derivados, es el jefe de Trading de Inversor Global y ha estado a cargo de tres servicios de análisis de trading. Actualmente participa como analista de mercados de Cash Flow Semanal y Súper Acciones Millonarias, y publica regularmente consejos de inversión en Mercado en 5 minutos y El inversor diario.