0:30| Un rumbo poco claro para el inversor
Hoy por la mañana escuché atentamente los discursos del ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y del principal referente económico de la oposición, Matías Kulfas, en el marco del seminario de Finanzas organizado por Clarín eventos.
En primer lugar, lo bueno. Celebro que ambos hayan señalado la necesidad de buscar consensos para encarrilar al país. Un país que carece de tres o cuatro políticas económicas de largo plazo consensuadas, no tiene destino.
Pero después vino la parte con la que menos pude coincidir con ambos.
Por un lado, Lacunza señaló que, para entender las últimas medidas tomadas por el Gobierno, era necesario hacerlo desde la óptica de un equilibrio general y no parcial. Y que siempre se priorizó defender al ahorrista minorista.
No coincido en la totalidad de esas palabras. Es cierto que esa fue la intención original, pero los daños colaterales llevaron a fuertes pérdidas incluso, para el inversor más pequeño. La ruptura de los contratos con el re perfilamiento implicó más desconfianza, más devaluación y mayor caída en dólares de los precios de los activos. Además, dejó implícitamente en el sistema financiero la idea de que era necesaria una reestructuración “amistosa” de la deuda, algo que generará pérdidas adicionales al acreedor (muchos de ellos inversores minoristas).
Cuando habló Kulfas, dos cuestiones me generaron inquietud:
1. “El adelanto transitorio del BCRA al Tesoro es una herramienta que existe y puede usarse, pero debe ser utilizada con prudencia”. Esto abre la puerta a emisión para financiar gasto, lo que puede acelerar la expectativa inflacionaria.
2. “Cuando se aborda la perspectiva del déficit fiscal, siempre se hace sobre el gasto público y no sobre la recaudación impositiva”. Esto abre la puerta a mayor presión de impuestos, algo que lógicamente puede afectar al ahorrista.
Una vez más, mi impresión es que, con distintos matices, el inversor será el que pague el ajuste nuevamente, siendo estigmatizado por la sociedad y la clase política.
Mientras persista este destrato para con el dueño del capital, capaz de financiar la inversión productiva de largo plazo, lógicamente que no abra luz al final del túnel en este bendito país llamado Argentina.
1:40| Los estímulos funcionaron (por ahora)
Los banqueros centrales están tomado un fuerte protagonismo buscando impedir que la desaceleración del crecimiento mundial siga impactando en la economía de sus respectivos países. Como te vengo contando en las últimas entregas, la política de estímulos monetarios se está viendo con fuerza en los principales países europeos, en Estados Unidos y en China.
Con respecto a este último estado, parece que los resultados comenzaron a tener efecto.
Hoy se conoció el PMI Manufacturero del gigante asiático, el indicador que refleja la situación económica del sector industrial de dicho país. Si bien un valor por debajo de los 50 puntos se interpreta como una economía en una fase de contracción, los números del mes de septiembre vinieron mejor de los esperado.
El PMI Manufacturero de China fue de 49,8 puntos en septiembre, por encima de los 49,5 que se preveía y un 2% por debajo que el mismo mes del año anterior. Si bien es un dato alentador, creo que la debilidad del sector industrial sigue estando latente y tengo mis dudas de que esta recuperación sea sostenible en los próximos meses si no aumentan los estímulos del Banco Central de China.
Sería prudente y muy selectivo a la hora de comprar acciones chinas.
2:30| La baja del oro abre una oportunidad
Lo anterior refleja por qué el oro fue el gran protagonista del año.
Repasemos.
Las tensiones geopolíticas a nivel mundial, el recrudecimiento de la guerra comercial, la desaceleración del crecimiento económico global, la volatilidad de los mercados y la incertidumbre sobre la postura de la Reserva Federal en función de los cambios en las tasas de interés.
En este sentido, los inversores más conservadores confiaron nuevamente en el oro como el activo de cobertura más preciado. Sin embargo, la rápida apreciación del precio de la onza abre un signo de pregunta hacia adelante.
En lo que va del año, el oro ha tenido un rendimiento del 14,5% contra el 17,6% del Índice S&P500. Si bien no parece ser una performance exorbitante teniendo en cuenta esta comparación, es un rendimiento no menor para un metal básico que suele ser demasiado “aburrido” en este aspecto.
Desde mi punto de vista, sigo sosteniendo que de persistir los argumentos mencionados anteriormente y viendo que las tasas en el mundo son muy poco significativas para el inversor, el oro seguirá siendo el refugio de valor del futuro.
Por eso creo que esta baja del oro abre una excelente oportunidad de entrada para en nuestra minera de oro preferida de nuestra “Cartera Blindaje” de Crisis & Oportunidad. Si aún no estás suscripto a este servicio, te recomiendo hacerlo aquí. |