El mayor riesgo al que puedes exponer tus finanzas es hacer “inversiones irresponsables y desinformadas”. Hoy te explico cómo evitar caer en este error.
Por Robert Kiyosaki
Querido lector,
Cuando se trata de riesgo, me apego a las palabras de Warren Buffett: “el riesgo es no saber lo que estás haciendo”.
La clave en esta expresión es lo que “estás haciendo” –es decir, que todo depende de ti.
Con los años, he creado la siguiente definición de “RISK” (riesgo en inglés):
Reckless
Investing
Sans
Knowledge
En español, esto sería algo como “inversiones irresponsables y desinformadas”.
Tom Weissenborn, un corredor de bolsa y amigo mío, tiene dos reglas a la hora de invertir en acciones:
Si no entiendes cómo gana dinero la empresa, no inviertas en sus acciones.
Como sabrás, en el mundo de las inversiones no existe una jugada 100% segura (es decir, que puedes garantizar que no te dará pérdidas). Sin embargo, sí hay cosas que puedes hacer para reducir el riesgo de tu inversión y mejorar tus posibilidades de éxito:
• Desarrollar tu educación financiera.
• Ganar experiencia práctica invirtiendo activamente (una pequeña cantidad de dinero, para comenzar).
• Comprender la inversión y los retornos que ofrece.
• Tener control sobre tus posiciones.
• Convertirte en tu propio asesor financiero.
Muchas personas piensan que los retornos más altos a la hora de invertir requieren incurrir en un riesgo muy elevado.
Eso es incorrecto.
Para mí, tener una cartera de fondos mutuos bien diversificada y ahorros en el banco es mucho más riesgoso que lo que hago usualmente con mi capital. Todo depende de la inteligencia financiera de cada uno.
Cuando me preguntan si pienso que es arriesgado invertir en un mercado a la baja, respondo: “Siempre hay riesgo”. Luego agrego: “los altibajos de los mercados no influyen en por qué invierto o en qué invierto”.
Para la mayoría, en lugar de asumir un nuevo desafío y aprender, lo mejor es jugar a lo seguro. Ahora bien, esto no significa que debas hacer jugadas tontas o sin potencial. Hay muchas cosas que podríamos hacer, pero decidimos no hacerlas.
Por ejemplo: podría haber elegido escalar el Monte Everest. O podría haberme inscrito en el programa de astronautas de la NASA. O podría haber entrado en la política y postularme para un cargo público. Mi punto es que elegí mis desafíos con cuidado, no al azar. Me pregunté: “¿cómo será mi vida si asumo este desafío y lo supero con éxito?” Esa es la misma pregunta que te pido que te hagas a ti mismo hoy.
Trabaja en tu educación financiera
Hay un refrán que reza: “debes aprender a caminar antes de poder correr”. Lo mismo aplica a las finanzas. Antes de que las personas puedan aprender a generar retornos excepcionalmente altos, deben aprender a caminar; es decir, aprender los conceptos básicos y los fundamentos que mueven al mercado y las finanzas.
Una de las razones por las que muchas personas tienen problemas al invertir su dinero, es que se les enseña a entregar ese capital a “expertos” financieros, como tu banquero y tu gestor de fondos mutuos.
El problema con eso, es que no aprendes nada; no desarrollas tu educación financiera y no te conviertes en tu propio asesor. Si alguien más gestiona tu dinero y resuelve tus problemas financieros, tu coeficiente intelectual financiero no aumenta.
Al final del día, estás recompensando a otras personas por su inteligencia, ¡pero con tu propio dinero!
Es fácil fortalecer tu educación financiera si tienes una base de información sólida. Pero si tu IQ financiero es débil, entonces toda nueva información sobre finanzas puede ser confusa y, a primera vista, poco importante.
Uno de los beneficios de trabajar en tu educación financiera es que, con el tiempo, comprenderás mejor la información más sofisticada de la misma manera que los matemáticos pueden hacer ecuaciones complejas después de años de práctica. Pero, como dije antes, debes aprender a caminar antes de poder correr.
Haz un presupuesto
Presupuestar tu dinero requiere mucha inteligencia financiera. Muchas personas arman sus presupuestos de manera errónea. Muchos ganan bastante dinero, pero no pueden quedarse con gran parte de éste, simplemente porque tienen un presupuesto mal hecho.
Por ejemplo: una persona que gana y gasta USD 70.000 al año tiene un coeficiente intelectual financiero más bajo que una persona que gana USD 30.000 y puede vivir bien con USD 25.000 e invertir USD 5.000. Poder vivir bien e invertir sin importar cuánto ganes requiere un alto nivel de educación financiera. Tus presupuestos siempre deben apuntar a generar un excedente.
Saca provecho tu dinero
Después de que alguien arme un presupuesto con excedentes, el próximo desafío financiero es aprovechar ese capital. La mayoría simplemente ahorra ese dinero a través de un banco.
Alguien que pone dinero en el banco, por ejemplo, no saca provecho del mismo. Es el dinero de la persona y de esa persona nada más. Un dólar en ahorros tiene un factor de apalancamiento de 1: 1. El ahorrista simplemente mete en la cuenta todo su dinero.
Las cosas son diferentes si inviertes ese dinero.
Por ejemplo, con mi inversión en un edificio de apartamentos de 300 unidades, mi banco aportó el 80% del capital requerido de USD 17 millones. Al usar el dinero de mi banco, mi apalancamiento es 1: 4. Por cada dólar que invierto en el acuerdo, el banco me presta cuatro dólares.
Muchos asesores financieros te dirán que rendimientos más altos implican mayor riesgo. En otras palabras, el apalancamiento es arriesgado. Eso es absolutamente falso.
El apalancamiento es arriesgado solo cuando las personas invierten en activos sobre los que no tienen control. Si una persona tiene control, el apalancamiento se puede aplicar con muy poco riesgo.
La razón por la cual la mayoría de los asesores equiparan rendimientos altos con riesgo, es simplemente porque venden inversiones que ofrecen muy poco control a los inversores.
Si bien los ahorros y una cartera diversificada de fondos mutuos son una forma de apalancamiento, existen mejores alternativas para poner a producir tu dinero.
Puedes entrenar a un mono para ahorrar dinero e invertir en fondos mutuos. Es por eso que los rendimientos de esos vehículos de inversión son históricamente bajos.
Actúa con inteligencia.
Robert Kiyosaki
Para Inversor Global
Esta columna fue publicada originalmente en El Inversor Diario, el newsletter gratuito de Inversor Global en el que escriben las mentes financieras más brillantes de Estados Unidos y América Latina.
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Autor del best-seller Padre Rico, Padre Pobre, y una quincena de otros libros, es uno de los mayores gurús de las finanzas personales del mundo. Gracias a una alianza con Rich Dad Latino, en Inversor Global nos enorgullecemos de presentar Plan de Retiro Soñado, el único servicio donde Robert revela acciones puntuales para comprar y vender, y Súper Acciones Millonarias y Cash Flow semanal.