0:30 | Cuando la realidad supera a la ficción
Distante y majestuosa. Así suele brillar la Casa Blanca.
Pero las luces se apagaron de repente. El fuego, el ruido y el gas lacrimógeno ocuparon el aire a su alrededor. Uno de los refugios más seguros del mundo se mostraba vulnerable. Y, más aún, con el presidente Donald Trump “atrincherado” en el búnker.
No sucedía algo similar desde los atentados del 11 de septiembre de 2001. Fue inevitable recordar la película Olympus Has Fallen —o Ataque a la Casa Blanca, en castellano—. En la ficción, un grupo terrorista de Corea del Norte ponía en jaque al Gobierno estadounidense. Tomaban la Casa Blanca por completo y secuestraban al presidente.
Los funcionarios estaban encerrados en el búnker. Eran amenazados. Los terroristas buscaban retirar la Séptima Flota de la península de Corea. También buscaban tomar control del arsenal de armas nucleares estadounidenses. Hasta que aparecía el típico héroe de las series americanas. Estaba oculto en la ofensiva terrorista usando sus habilidades militares. Era el agente secreto Mike Banning. Como no podía ser de otra manera, este lograba liberar al presidente y a los rehenes. Esta es una película que te recomiendo ver si te gusta la acción y la adrenalina.
En la realidad, no hay un Mike Banning. Pero sí unos cuantos francotiradores protegiendo la Casa Blanca y al presidente.
Si bien no se trata de terrorismo, el vandalismo es intimidante. Pero Trump se muestra fuerte. Ha ordenado desplegar el ejército para contener las protestas en Washington. Busca recobrar el orden pese al estallido social. De hecho, se ha proclamado como “el presidente del Orden y de la Justicia”. Fue estremecedor verlo con una biblia en la iglesia St. John’s. Todo un símbolo. Defendiendo la vida. Por ahora, el toque de queda no parece ser suficiente. La furia social persiste y el conflicto sigue escalando.
Pero nada de eso le importa a Wall Street.
Los mercados continúan su marcha alcista.
Y de eso te hablaré a continuación.
1:20 | Camino a la cima, ¿sostenible?
No solo Washington está lidiando con los disturbios. Anoche hubo saqueos y corridas en la Quinta Avenida, la calle más famosa de la ciudad de Nueva York. Solo 6,4 kilómetros la separan del distrito financiero. Quizás es una distancia considerable para que Wall Street no tome en serio lo que está sucediendo. La realidad es que los mercados siguen haciendo oídos sordos a todo.
Siento la misma adrenalina de la película cuando veo la solidez de la Bolsa de Nueva York. Desde su punto más bajo, el índice de las quinientas empresas más importantes del país tuvo un fabuloso rendimiento del 36 %. Le llevó nada más que dos meses quedar a solo un 11 % de su máximo histórico.
Y no me sorprendería que vuelva a la cima. Pero sigo sosteniendo que este nivel de precios es insostenible. No hay valor a corto plazo. Y creo que los institucionales lo saben. Por eso, los capitales se están moviendo a los mercados emergentes.
2:20 | ¿Hay valor en los países emergentes?
Si no hay valor en las economías avanzadas, quizás podríamos mirar a los países emergentes. En las últimas jornadas, se ha visto una fuerte recuperación en la región. Especialmente, en papeles brasileños y argentinos. Es que los inversores institucionales están rearmando sus portafolios. Las acciones estadounidenses han subido demasiado. Ahora ven potencial en las economías emergentes.
Para entender esto, podemos hacer un análisis muy sencillo. Vamos a comparar la evolución del Índice de mercados emergentes (EEM, por su sigla en inglés) con el Índice S&P 500 (SPY, por su sigla en inglés). El gráfico muestra la relación entre ambos. Cuánto más caro el S&P 500 o más barato el índice de emergentes, menor es la relación.
En plena crisis de 2009, la relación entre el Índice de mercados emergentes y el S&P 500 era de 0,23 veces. Se incrementó hasta un máximo de 0,40 en 2011. Hoy la relación es de apenas 0,12 veces.
¡O el mercado americano está caro o los papeles emergentes demasiado baratos!
Me animo a decir que hay un poco de ambos. Los emergentes son una oportunidad. Así lo están viendo los grandes fondos. Pero debemos ser prudentes. Estas acciones son mucho más volátiles. Pueden tener un rendimiento mayor en un ciclo alcista. Pero también son proclives a caer más en un mercado bajista.
Hacer compras graduales puede ser una excelente opción. De esa manera, podremos ir equilibrando nuestro costo de entrada en el tiempo.
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