Con un dólar blue que casi alcanzó los $200 en octubre, qué pronóstico se comenta respecto de la divisa extranjera.
Hace varios años ya que la Argentina viene con una economía analizada en relación al valor del billete estadounidense. Dentro de esta lectura conviven, además, varios tipos de cotización, existiendo un dólar oficial y una serie de índices entre los que se incluyen, sorprendentemente, los vaivenes del dólar ilegal o paralelo, también conocido como “dólar blue”.
Ya instalada con naturalidad, la medición del dólar hoy es una información infaltable, con el carácter de actualización constante que poseen el pronóstico del clima, el funcionamiento de los subtes y trenes en la capital o el estado de las autopistas: datos que todo el mundo tenía a mano, en especial antes del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
La crisis que el país viene acarreando hace más de tres años se vio profundizada con el panorama socio-económico desalentador que vino con el brote global de Covid-19. Ningún país quedó exento del embate económico que supuso la pandemia. Aunque a estas alturas lo peor de la situación parece estar quedando atrás, el destino económico argentino todavía no es muy auspicioso.
Preguntarse cuál será el precio del dólar en el 2021 es preguntarse por los niveles de inflación que se darán en el país durante los próximos años. Con un porcentaje inflacionario del 2,8% en septiembre, la mayor medición durante el período desde el inicio del confinamiento, habla de un proceso de inflación reprimida.
Esto se debe a que el fenómeno se vio contenido en los últimos meses por el congelamiento de precios y la existencia de topes en los valores máximos de muchos productos, pero aún así algunos bienes y servicios levantaron sus costos desde marzo a la actualidad. Se registraron alzas como el del índice de precios mayoristas, por un 15%, a la par del movimiento del tipo de cambio oficial, en un 19%.
Este análisis muestra que la posibilidad de una fuerte suba de la inflación está a la vuelta de la esquina. Es posible que los movimientos del dólar blue de cara al 2021 afecten los índices de precios, más que nada por el cepo cambiario, pero el que más mella genera es el dólar oficial. Por su parte, las restricciones a las importaciones en un contexto de leve recuperación de determinados sectores industriales, contribuyen a encarecer costos.
¿Cuál será el futuro del dólar en 2021?
Con estos elementos sobre la mesa, las grandes compañías de distintos rubros ya esbozaron sus presupuestos para el año entrante, dibujando así una cifra estimada del futuro dólar del 2021. Este número se estima en base a la inflación, el nivel de ventas, evolución de los costos y, principalmente, el tipo de cambio
Las multinacionales operando en el país prevén un salto del 60% en el valor del dólar para fin del año próximo: una cifra que rondaría entre 125 y 128 pesos argentinos por dólar. Bastante diferencia en relación al número esbozado por la cartera económica nacional, con Martín Guzmán a la cabeza, que definió unos $103 y con el Relevamiento de Expectativas del Banco Central, que planteó un dólar a $121.
Con este panorama, la pregunta del millón es cuál llegará a ser el valor del dólar blue a futuro, en 2021. Con un techo de $200 recientemente alcanzado, muchos analistas consideran que dicha cifra no tardará mucho tiempo en volverse el nuevo piso de la divisa y de allí, seguir creciendo.
Los expertos consideran que mientras el Banco Central no cuente con las reservas necesarias para controlar los precios, el dólar paralelo puede continuar en una dinámica alcista prácticamente sin techo.
Este aumento aparentemente descontrolado del dólar ilegal se relaciona con la crudeza de las limitaciones para conseguir moneda extranjera. En la nación, la compra de dólares en bancos no supera los US$200 mensuales y sólo pueden acceder quienes cumplen con ciertos requisitos, que fueron cerrándose todavía más con el correr de los meses.
Hay una “expectativa inflacionaria” recorriendo no sólo al mercado, sino a la población en general. Dicha desconfianza lleva a que más y más personas quieran blindar sus salarios, ahorros o proyectos comprando dólares que les protejan de posibles devaluaciones.
El problema es la reacción en cadena que esto genera: más demanda, disparada de precios, mayores restricciones y así en espiral. El gobierno va ofreciendo alternativas, como la compra de bonos sujetos al dólar o con ajuste inflacionario y así logra descomprimir un poco las presiones, al tiempo que se financia.
El escenario es incierto e irá despejándose sobre la marcha. El gobierno viene cosechando pequeñas victorias con la refinanciación a través de bonos y la reestructuración de la deuda soberana que se discutió a mitad de año. Resta ver cómo se desarrollará este complejo entramado no sólo a nivel local, sino también a escala internacional.