Durante tu camino hacia la independencia financiera te vas a topar con cientos de estrategias que te prometerán hacer millones. Hoy te voy a presentar como la estrategia más simple del mundo me ayudó, más que cualquier otra, a alcanzar la riqueza.
Recuerda que puedes escuchar esta columna en Spotify en Inversor Global Podcast.
De las cientos de estrategias de creación de riqueza que he probado a lo largo de los años, la mejor fue también la más simple:
Hacer todo lo posible para ser un poco más rico cada día.
Este pensamiento surgió en mi cabeza hace casi 30 años, aproximadamente un año después de que “decidí” ser rico.
Recuerdo que en esa época fantaseé mucho con hacerme millonario y de las formas más increíbles. Pero por dentro, yo sabía que estas ideas alocadas para volverme rico no eran para mí y tenía grandes razones por las que yo dudaba.
La primera se basaba en la observación. Como editor de alrededor de 30 publicaciones de negocios e inversiones, pude constatar que aquellas estrategias complejas para hacerse rico y que se veían muy convincentes en el papel nunca parecían funcionar en realidad.
La segunda se basa en la experiencia personal. Yo ya había descubierto que lo que me había hecho exitoso como estudiante y como empleado era algo sumamente simple: trabajar más duro que mis compañeros.
“Voy a olvidar todas las complicadas estrategias”, pensé y después me pregunté, “¿qué pasaría si hubiera una fórmula simple para hacerse rico?”.
Varias semanas más tarde, la idea vino a mí…
¿Qué pasaría si yo pudiera conseguir ser un poco más rico cada día?
Cómo empecé haciéndome más rico
Cuando me hice la pregunta que les presenté más arriba, yo tenía un valor neto igual a cero y mi sueldo anual era de sólo USD 36.000 por año. Con tres hijos pequeños y mi esposa en la universidad, nuestros gastos fueron devorando todo mi ingreso. Por lo tanto, mi primera meta de creación de riqueza era pequeña: me gustaría enriquecerse mediante el ahorro de USD 10 por día.
Yo sabía que acabaría por elevar la apuesta, pero me preguntaba, “¿Cuánto dinero puedo adquirir en, digamos, 40 años guardando USD 10 cada día en una cuenta que me da 5% al año?”
Hice los números y estaba contento con la respuesta: USD 10 al día equivale a USD 3.650 por año y en 40 años son casi medio millón de dólares.
Entonces me pregunté, “¿Qué pasaría si ahorro USD 15 por día o mejor dicho USD 5.475 por año?”. En 40 años tendría un poco más de USD 694.000.
Emocionado, tomé un paso más allá. “¿Y si hago que mi cuenta crezca a un 8%?”. Mi saldo final sería de USD 1.531.801 y eso ya me hacía millonario.
No necesitaba sofisticadas estrategias que apenas podía entender. Además no participaba de inversiones riesgosas que podían devastar mi patrimonio neto. Sólo era la simple aritmética de la adición de USD 15 dólares por día para alcanzar la riqueza.
Estaba emocionado con poder lograrlo y por primera vez en mi vida estaba comprometido con ahorrar. Empecé a medir mi éxito financiero no por mis juguetes (casa, automóvil, ropa, etc.), sino por mi patrimonio neto.
Fue entonces que empecé a actualizar mi patrimonio neto cada mes. Por supuesto, cuando se ganan sólo USD 36.000 al año y se ahorran USD 10 por día, el valor neto no va a saltar dramáticamente. Así que cada mes que ahorraba tenía una mezcla de emociones: era más rico, pero mi riqueza se acumulaba muy lentamente.
El atajo para sobrealimentar tu riqueza
Mi plan era simple: trabajar en enriquecerme cada día y para eso había sólo dos maneras de hacerlo:
• Obtener una mayor tasa de rendimiento de mis ahorros.
• Ganar más dinero.
Me decidí a hacer ambas cosas.
Me di cuenta de que la manera más fácil de ganar más dinero era obtener un ascenso. Y la manera más sencilla de conseguir eso era convirtiéndome en jefe. Antes de ponerme en campaña para ser millonario mi objetivo era ser un gran editor. Pero ahora mi objetivo era diferente: tenía que convertirme en una máquina con fines de lucro.
Durante los 6 meses que vinieron cambié mi forma de trabajar y mi jefe lo notó, y al cabo de un par de meses, él dobló mi sueldo.
A mis USD 36.000 anuales se le agregaron unos USD 2.000 mensuales. Lo reconozco, estuve tentado de comprar todo tipo de juguetes con el dinero recibido. Pero, motivado por mi idea de “enriquecerme cada día” solo destiné USD 400 por mes para diversión.
Eso significaba que mi objetivo de ahorro diario pasó de USD 10 a USD 50 diarios.
La segunda parte de mi plan era aumentar la tasa de retorno que estaba recibiendo con mi dinero ahorrado. Como editor financiero sabía que no podía esperar más del 10% en inversiones bursátiles.
Así que teniendo este dato decidí ahorrar esos USD 1.500 mensuales en una cuenta bancaria con el fin de usar ese dinero para iniciar un negocio. Seis meses más tarde, fui a conversar con mi jefe con los USD 9.000 en el bolsillo y con un plan de negocios en la mano. Le dije que quería ser su socio.
Ahora que lo pienso, él me podría haber sacado de su oficina con tal ofrecimiento. Pero no lo hizo.
Aceptó tomar mi idea y mi dinero y el 90% del negocio propuesto. Dicho de otra forma, me dio un 10% de participación en este negocio que le propuse.
Yo sabía que él estaba siendo bastante generoso con su contrapropuesta. Tuve suerte con ese primer esfuerzo. Dentro de seis meses, esos USD 9.600 de inversión me habían dado más del 500% de utilidad.
Lo sentía, ya estaba en el camino para volverme millonario.
Pero todo comenzó con esta estrategia muy simple: enriquecerme cada día.
Cómo mi simple estrategia me ha cambiado
He aprendido mucho acerca de los negocios y la inversión desde entonces, pero nunca he abandonado mi estrategia simple. Sigo revisando mi patrimonio neto para asegurarme de que cada vez sea mayor.
Desde que hice este cambio cuando la década de los 80 recién comenzaba, nunca he experimentado un retroceso en mi patrimonio. Por lo tanto, he sido –y soy– más rico cada día que pasa.
Sé de personas que han sido ricas y pobres y ricas de nuevo. He leído historias sobre los multimillonarios cuya riqueza fluctúa según el precio de sus acciones. Yo no puedo soportar vivir de esa manera. A mí me gusta la idea de ser cada vez más rico.
No me siento más codicioso, sólo necesito esta simple estrategia, que tuvo un profundo efecto sobre mí y que cambió la forma en que pensaba acerca de todo lo relacionado con la creación de riqueza. Por un lado, me hice un mejor trabajador y, por otro, me volví más cauteloso cuando de inversiones se trata.
Puedes hacer lo mismo si dejas que esta pequeña idea de “hacerte más rico cada día” llene completamente tu cabeza.
Comienza, como lo hice yo, con un objetivo de USD 10 por día. Una vez que se vuelve más fácil, te vas a dar cuenta de que puedes elevar la apuesta.
He explicado esta estrategia a muchas personas a lo largo de los años. Y no creo que alguien se lo haya tomado en serio. Quizás no es lo suficientemente inteligente para ellos. O quizás pensaban que ya estaban haciendo lo correcto cuando seguían los esquemas de inversión que estaban utilizando en ese momento.
En la carrera por la riqueza siempre he sido una tortuga. Pero siguiendo esta simple regla de ser más rico cada día, estoy en mejor condición que el día anterior.
Y tú ¿qué estás haciendo para ser más rico cada día?
Éxitos,
Mark Ford
Para El Inversor Diario
Mark tiene una vocación indiscutible para enseñar a otros cómo generar su propia riqueza.
Tiene perfectamente claro cómo construir una fortuna de un millón de dólares desde cero: cada lección, cada idea, cada estrategia, técnica y aplicación. Qué hacer primero. Dónde aplicar esfuerzos para obtener el máximo beneficio. Qué no intentar nunca.
Más de 30 años de experiencia en negocios e inversiones, avalan sus conocimientos y le convierten en el mentor ideal para quienes quieren emprender y comenzar a construir su propia riqueza.
Mark logró una gran riqueza respetando su propio «sentido común» y siguiendo una serie de simples principios rectores a los que se ha ceñido durante toda su vida.
Es coleccionista de arte y libros raros. Su amplio repertorio en este sentido alcanza los tres millones de dólares.
Hoy en día, es líder del equipo que da vida al Club para Generar Riqueza en el que comparte sus secretos para alcanzar la independencia financiera.