El gran peligro de la suba de tasas de interés que experimento Estados Unidos durante el último año y medio es que la economía entre en recesión. La teoría dice que con una tasa de interés más alta hay menos crédito, y como hay menos crédito, hay menos consumo y producción. La economía se enfría y eventualmente termina retrocediendo.
Pero esto no está ocurriendo. De hecho, el PBI creció un 2,6% durante el último trimestre. Esto lo analizamos en detalle en la nota que publique la semana pasada.
Entonces, estamos en el mejor de los mundos, las tasas de interés reales son positivas, pero además la economía sigue creciendo. Y esto se vio reflejado en el rendimiento de las acciones norteamericanas durante estos primeros 7 meses del año. El índice S&P 500 que mide el desempeño de las 500 acciones más importantes de Estados Unidos creció un 19%. Un crecimiento espectacular para un índice que suele subir en un promedio del 10% anual.
De hecho, el índice S&P 500 hoy está un 5% arriba desde que la FED comenzó a subir las tasas el 16 de marzo de 2022. El comienzo de la suba de tasas provocó una baja de alrededor del 25% en el S&P 500, pero el índice no solo se recuperó sino que además hoy gana un 5%. Mientras, las tasas pasaron del 0% anual al 5,25% anual, una veloz y fuerte suba en las tasas nunca antes vista en Estados Unidos.
En el siguiente cuadro podes ver cómo fueron evolucionando ambas variables. En la parte de arriba en celeste podes ver cómo evoluciona el índice S&P 500 y en la parte de abajo podes ver como subieron las tasas de interés en rojo.
Resumiendo, hoy un bono del Tesoro Norteamericano paga un poco más del 5,5% anual. Las acciones dieron un retorno del 19% durante este año. Y la economía si bien está más fría, no se espera que entre en recesión.
¿En qué invertimos en este contexto?
Bueno, depende del tipo de inversor, si es muy conservador o agresivo, a qué plazo está invirtiendo y cuando riesgo está dispuesto a correr. Pero, supongamos que estamos ante un inversor que invierte a 5 años y que quiere correr un riesgo medio.
Mi impresión es que las acciones se pueden tomar una pausa en lo que queda del año. Y que la inflación va a seguir bajando mientras que la tasa, o sube levemente o se queda estable. Por lo tanto, el 50% de la cartera la invertiría en bonos del tesoro norteamericano. Me aseguraría la tasa del 5,50% anual asegurada sin importar que pase en la economía.
El 25% lo empezaría a invertir en acciones, en forma gradual durante los próximos dos meses. Y el 25% restante lo invertiría en Real Estate Comercial, si soy un inversor con un capital mayor a los 100.000 dólares para invertir. Si tengo un capital menor, destinaría un 15% adicional a bonos del tesoro norteamericano y un 10% adicional a acciones.
Y acá estoy dejando de lado dos alternativas de inversión muy interesantes.
La primera son las estrategias de trading, que me encantan, pero las entiendo como inversiones de corto plazo. Si soy ese tipo de inversor, separaría una parte de mi capital para eso.
Y la segunda son las inversiones en criptomonedas, que también me gustan, pero creo que aplican a inversores que estén dispuestos a correr un poco más de riesgo. En ese caso, destinaría un 10% de mi patrimonio a invertir en criptomonedas, que tiene un año 2024 con grandes perspectivas.
Pero como te decía hace un rato, la estrategia de inversión es muy personal y depende de cada inversor. Pero espero que estos comentarios generales te ayuden a tomar tus propias decisiones de una forma más simple y eficiente.
Te deseo un muy buen fin de semana, y nos encontramos el lunes que viene,
Fede Tessore |