Las acciones argentinas son las que más suben en el mundo en lo que va del año.
Como diría Juan Carlos de Pablo, Argentina no es un país cíclico, sino ciclónico. El año pasado el principal índice de acciones del país cerró con un impresionante desplome de 48% medido en dólares.
No obstante, ayer en tapa de los diarios económicos figuraba la noticia de que “las acciones argentina son las que más suben en el mundo”.
De acuerdo con el periódico El Cronista:
“Pese a la elevada incertidumbre política y volatilidad vividas por los activos financieros este año, las acciones argentinas son las más ganadoras del mundo en lo que va de 2019. Es decir, el S&P Merval en dólares es el índice bursátil que tiene mayores ganancias en el año. Avanza más de 23% en 2019 y supera al índice bursátil americano S&P 500 así como también a los mercados emergentes y de la región”
Entre las acciones que más han subido en el año se encuentran las financieras Banco de Valores, Banco Macro y Banco de Galicia. Sin embargo, tampoco se quedaron atrás acciones del sector energético, como Pampa Energía, YPF o Transportadora de Gas del Norte.
¿Qué está pasando con el mercado que hay semejante euforia compradora? ¿Podrá mantenerse?
Lo analizamos a continuación.
Montaña Rusa
Como sugiere el párrafo que tomamos de El Cronista, el mercado bursátil argentino contiene altos niveles de volatilidad. El año pasado, la bolsa cayó 48% en dólares. Eso ocurrió tras un excelente 2017, donde el Merval ganó un 50%, pasando de la zona de los USD 1.000 a la de los USD 1.500.
Este mismo año, el Merval, que había comenzado con una importante suba de 25% entre enero y febrero, llegó a estar 19% abajo a fines de abril. Tras ese piso, todo comenzó a moverse hacia arriba nuevamente.
Lo primero que se observa, entonces, es que el Merval en dólares ha sido una verdadera montaña rusa hasta el momento.
Gráfico 1. Merval en Dólares, variación acumulada en 2019.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del mercado.
Ahora bien: ¿qué está impulsando esta renovada oleada de optimismo?
Hay tres elementos a mencionar. El primero, la quietud del dólar. El segundo, la caída del riesgo país. El tercero, el factor político. A su vez, estos elementos están todos relacionados entre sí.
El Banco Central frenó al dólar
Durante los primeros 30 días del año, cuando la bolsa también mostraba resultados positivos, el tipo de cambio había permanecido marcadamente estable en torno a los $ 37.
Esto se debía, principalmente, a un buen arranque del año para los mercados financieros internacionales, lo que permitió que aquí bajara la tasa de interés de referencia e incluso hizo que el Banco Central se permitiera comprar casi USD 1.000 millones, cuando el dólar tocó el piso de la banda.
Hacia febrero los vientos favorables cambiaron de dirección, y las cuestiones políticas internas también comenzaron a hacer ruido.
Como consecuencia, el dólar pegó un salto que lo hizo superar los $ 45 el día 26 de abril.
Con una economía altamente inflacionaria y tan susceptible a los movimientos del dólar tras la fuerte devaluación de 2018, el Banco Central decidió abandonar su esquema de bandas cambiarias y divulgó que estaba dispuesto a intervenir vendiendo reservas para frenar nuevos movimientos bruscos de la divisa.
Contrariamente a lo que podía suponerse, el anuncio sirvió para cortar con la volatilidad.
Desde el 30 de abril la autoridad monetaria no vendió un solo dólar en el mercado de cambios. No obstante, el dólar se mantuvo casi sin cambios. De hecho, desde esa fecha hasta hoy, muestra una caída de cerca de 5%.
Y, como a principios de año, esto juega a favor de las acciones de la bolsa local.
Riesgo país y factor político
Si hay algo verdaderamente notable del gráfico que muestra la evolución de la bolsa en dólares es que, si bien comienza a recuperar terreno después de abril, pega un salto a partir del 10 de junio.
¿Qué ocurrió entonces?
Que el presidente Mauricio Macri anunció a su candidato a vicepresidente: Miguel Ángel Pichetto, histórico senador peronista y ex miembro del Frente Para la Victoria durante todo el mandato de Cristina Fernández de Kirchner.
Como analizamos aquí, esta movida fue vista con muy buenos ojos por los mercados, puesto que no solo posicionarían mejor electoralmente a la formula oficialista, sino que también mejoraban la gobernabilidad de un futuro nuevo gobierno de Cambiemos.
Por último, la incorporación de Pichetto impidió la unión del peronismo, que ahora no solo irá con Cristina Fernández, sino también con Macri y con Lavagna. Casi que todas las listas electorales tienen algún elemento peronista adentro.
Tras el anuncio, el Riesgo País, que había llegado a superar los 1.000 puntos una semana antes, se derrumbó a los 900. Hoy esa tendencia se sostiene, con este indicador por debajo de los 800 puntos básicos.
Gráfico 2. Relación Inversa entre el Riesgo País y las acciones.
Fuente: Elaboración propia en base a datos del mercado.
Así que dada la relación inversa que hay entre el Riesgo país y la bolsa (y que puede verse en el gráfico), también era esperable esta suba de las acciones argentinas.
¿Podrá sostenerse?
Analizados los factores que impulsan la suba del Merval en dólares, surge la pregunta de si la tendencia podrá mantenerse en el futuro cercano.
Y ahí me inclino a pensar que podríamos ver algún recorte de aquí a las elecciones. ¿Por qué? En primer lugar, porque el dólar debería comenzar a subir algo para acompañar la inflación y eso reduciría las ganancias medidas en dólares de las acciones locales.
En segundo lugar, porque si bien el “efecto Pichetto” generó expectativas positivas en cuanto al escenario electoral, todavía quedan muchos días y muchas encuestas por conocerse antes de llegar a las PASO. Por último, porque incluso cuando el oficialismo gane las elecciones y se aleje el fantasma del regreso del populismo extremo, quedan muchas dudas acerca de cómo y por qué volverá a crecer la economía de ahí en adelante.
En conclusión, no digo que la tendencia positiva no vaya a mantenerse, pero sí que es probable que veamos más volatilidad en los días y meses por venir.
Es director de Iván Carrino y Asociados, una consultora especializada en economía y finanzas. Además, es Subdirector de la Maestría en Economía y Ciencias Políticas de ESEADE. Licenciado en Administración con dos Maestrías en Economía.