El impacto del coronavirus en la economía mundial no tiene precedentes, pasó por encima la caída de 1930 de los mercados internacionales y desestabilizó a todas las industrias. Algunas por quedar afuera del confinamiento y otras por no estar preparadas para ello, como fuera, la bolsa de valores tiene un virus adentro aún contagiando miedo y desesperación.
Tras una caída de la bolsa y un ritmo hiper inestable de los mercados de todo el mundo, como nunca antes se ha visto, en mayo se comenzaron a ver las primeras reacciones de los grandes inversores. ¿Miedo o equivocaciones? Para algunos es el momento de tomar decisiones drásticas.
Así pasó el primer lunes de mayo, cuando se supo que Warren Buffett, uno de los hombres más ricos del mundo, vendió todas sus acciones en aerolíneas y sentenciara con ello a esta industria: “El mundo ha cambiado” dijo en referencia a la pandemia y luego admitió que se equivocó al comprar estas acciones generando un tsunami de reacciones posteriores de otros inversores.
Lo cierto es que pese a este gesto no es lo que desplomó las acciones de la industria aeronáutica, sino que esta conducta ya se había empezado a notar mucho y por lo cual, el “oráculo de Omaha” decide deshacerse más pronto que tarde de 4.000 millones de dólares de inversiones en aerolíneas.
Ningún broker tiene la culpa, señores, nadie podía anticiparse a esta pandemia. Pero así como sucedió con las compañías aéreas, también sucede con las hoteleras y energéticas, entre otras. El derrumbe de los mercados abrazó en la caída a todos por igual.
La bolsa de valores tiene coronavirus
El primer gran ataque comenzó en China cuya propagación arrastró los valores por fuera de aquel país. Hacia finales de enero el covid bursátil llegó a Europa y luego a Estados Unidos, para entonces, las pantallas ya estaban rojas con una crisis de las acciones en puerta.
La jornada que marcó el paso al abismo fue, sin dudas, el 12 de marzo cuando el ibex 35 cae por primera vez en la historia más del 14%, al tiempo que los demás mercados sufrían el golpe con caídas de 10,93% en Londres, 16,62% en Milán y pérdidas del 10% en Dow Jones, S&P 500 un 9,51% y el Nasdaq un 9,43%.
Por su parte, en Argentina, las acciones locales cayeron un 50% en un mes durante marzo y se cotizan un 13% menos que lo que cotizaban en el mismo período del 2018, aún peor, el derrumbe de ADRs asimiló el nivel de cotización con el del 2001, pero lo peor de todo no es el coronavirus moviéndose a su antojo en los tableros, sino la incertidumbre que se propaga en cada inversor de diferentes formas. Aunque se pide cautela, para evitar desastres peores, el otoño obligó a muchos a desprenderse de algunas acciones.
La crisis de las acciones
Conforme el virus COVID-19 alcanzaba mayor territorio del globo terráqueo desde comienzos del 2020, los distintos mercados del mundo comenzaban a tambalear. Las acciones que comenzaron a mostrarse más afectadas fueron las de la industria del turismo, quienes tras la decisión de los gobiernos de respetar un confinamiento social, fueron una de las primeras industrias más brutalmente golpeadas.
Por su parte, las acciones de empresas relacionadas con el comercio electrónico o las telecomunicaciones empezaron a crecer. Zoom Communications reporta un crecimiento exponencial, respecto al comportamiento del resto de acciones con una crecida del 0,42% y picos descendientes que responder a los últimos rumores de inseguridad en la plataforma.
Mientras que Amazon a nivel global está aún más arriba de la creciente con un 5,64% en ascenso y una curva de acciones sin freno. En Argentina, el unicornio de Mercado Libre sale de una depresión de seis meses atrás, con un crecimiento del 8,30% según el BCBA, dando así un batacazo en un año donde no remontaba su participación en el mercado de ninguna manera.
Este es el panorama de crisis en grandes rasgos. ¿Es el momento de invertir en acciones de Amazon, Mercado Libre o Zoom Communications? Como insistimos en la mayoría de nuestros artículos no es un buen punto invertir en Google o Apple cuyas acciones son altas y cuyos riesgos son igualmente altos.
Por el contrario, la observación de un buen inversor tiene que apuntar hacia una cartera variada de proveedores para estas industrias: ecommerce, retail y telecomunicaciones. Aquellos que están dándole materia prima a estos nuevos gigantes entran a la bolsa de valores con acciones poco costosas y mucha sed de ganar.
El fin del dinero, llegan las cripto-coronas
¿Se puede hablar ahora del fin de una era? Para algunos analistas el billete corre la misma suerte que los libros o los medios gráficos en papel. Aunque la tecnología obligue a la sociedad a hacer un cambio radical, éstos nunca dejarían de existir.
Sin embargo, sí es posible hablar del fin del dinero tal y como lo conocemos ahora y sí dar comienzo a una era donde el valor de las acciones tras el coronavirus de más participación a otros jugadores como las criptomonedas.
La moneda virtual ya está establecida en los comercios, pero la inseguridad ha sido siempre el factor clave para detener su propagación. ¿Qué sucederá en unos meses con una cartera de inversiones que contenga criptomonedas adquiridas a un valor del año pasado?
En el 2019 las criptomonedas pasaron por varios estadíos de inestabilidad, algunos se animaron a sacarlas del plano inversor. Quienes no lo hicieron hoy cuentan con una herramienta financiera poderosa y valiosa que podría multiplicarse.
Basta recordar que las criptomonedas están asociadas a otro activo como el oro, el dólar o los euros, suficiente como que quienes quieran desligarse de algunas acciones para evitar riesgos, empiecen a volcarse por el vil metal pero en su formato digital.
Las crisis no siempre son caídas, aunque en este caso los mercados del mundo están prácticamente en rojo. Las crisis pueden ser grandes oportunidades y lo que no debe perder de su vista un inversor es que sólo saldrá ganando aquel que no ponga freno a sus acciones, sino que sepa jugar con estrategia de ajedrez y observación de relojero.